Expertos en detectar minas en Afganistán rastrean flechas medievales en Cutanda (Teruel)

30/10/15 .- http://www.diariodeteruel.es/

Expertos en detectar minas en Afganistán rastrean flechas medievales en Cutanda (Teruel)

Las bombas de Afganistán o los proyectiles de la guerra civil poco tienen que ver con las flechas que el ejército de Alfonso I El Batallador lanzó contra los musulmanes en el año 1120.



Las bombas de Afganistán o los proyectiles de la guerra civil poco tienen que ver con las flechas que el ejército de Alfonso I El Batallador lanzó contra los musulmanes en el año 1120. Pero la metodología de búsqueda es similar y por eso el Ministerio de Defensa está colaborando con la Asociación Batalla de Cutanda para localizar los restos de ese gran combate que marcó el curso de la historia del Reino de Aragón. Cinco especialistas del Regimiento de Pontoneros número 12 de Zaragoza se desplazaron ayer hasta el Jiloca junto con cuatro equipos para probarlos todos y decidir, una vez obtenidas las mediciones, cuál es el más adecuado para buscar los restos de ese campo de batalla en el que según los cronistas de la época murieron 15.000 personas, una cifra que, no obstante, los historiadores actuales consideran exagerada.

"Con la misma tecnología que buscamos bombas es posible encontrar restos de combatientes", comentó el capitán Jesús Burgos, que estaba al frente del equipo desplazado ayer a la pedanía calamochina de Cutanda. Se trata de equipos muy precisos que, como explicó el militar, están pensados para localizar grandes masas metálicas, como proyectiles o bombas y que suelen estar enterrados a poca profundidad.

Pequeños proyectiles

Lo que se busca en Cutanda son más bien pequeñas puntas de flecha que quedaran adheridas en los cuerpos de los fallecidos. Esos proyectiles sí estarán posiblemente en los almorávides, que serían enterrados en fosas comunes y desprovistos de cualquier otro objeto metálico que tuviera algún valor. En el caso de los enterramientos de los cristianos el procedimiento sería totalmente distinto y los cuerpos no solo llevarían las flechas sino que podrían aparecer con armas.

El primer paso ayer consistió en delimitar una área de 20 metros por otros 20 sobre la que se pasaron los distintos equipos de detección. Entre ellos había dos detectores de componentes magnéticos de diferente tamaño de uno y dos metros , un magnetómetro, que también detecta anomalías magnéticas, y un georradar, que localiza distintas densidades y es el que habitualmente emplean para localizar en Afganistán IED, siglas en inglés de Artefacto Explosivo Improvisado.

Para manejarlos estaban dos EOD desactivadores de bombas explosivas, también conocidos como Tedax y dos especialistas en reconocimiento de municiones (EOR), además del capitán Jesús Burgos. El trabajo de ayer fue mucho menos arriesgado que la localización de proyectiles en España o Afganistán, aunque el sistema para hacerlo era prácticamente el mismo.

Las lecturas hechas por los distintos aparatos se procesarán mediante un programa informático que permitirá saber en qué lugar de la retícula de 400 metros cuadrados hay piezas metálicas. El arqueólogo Javier Ibáñez destacó que, una vez se conozcan los resultados de esas mediciones, habrá que realizar algunas catas con el fin de confirmar la presencia de los objetos metálicos, conocer su origen y comprobar que, efectivamente, se trata de restos arqueológicos, ya que puede tratarse de metales modernos.

Disponibilidad de fechas

El siguiente paso será confirmar qué aparato es el más adecuado para la localización de esos restos de la batalla. En una segunda fase, el Ejército desplazará hasta Cutanda el detector que mejor se adapte al rastreo de esas evidencias del combate, aunque el capitán Burgos precisó que la fecha se desconoce porque dependerá de la disponibilidad de la Unidad de Pontoneros.

De todas formas, el sargento primero Albert Burgos explicó que a la hora de localizar restos metálicos es fundamental ajustar los aparatos con la mayor precisión posible y para ello recomendó la utilización de piezas similares a las que se pretenden encontrar. Para ello sería clave encontrar restos de este tipo durante las catas arqueológicas.

Es la primera vez que la Unidad de Pontoneros trabaja en la detección de restos arqueológicos y el capitán Burgos aseguró ayer no recordar tampoco otras iniciativa similar. La Asociación Batalla de Cutanda solicitó la colaboración a través del historiador Rubén Sáez, que guarda una estrecha relación con el Ministerio de Defensa.

Por su parte, Javier Ibáñez destacó que la búsqueda de la batalla de Cutanda es el mayor esfuerzo que se ha hecho en el conjunto de la Comunidad Autónoma para encontrar un campo de combate y lo comparó con el intento realizado en Roncesvalles, una batalla que, a diferencia de la de Cutanda, no se tiene seguridad total de que se produjera. Por su parte, el presidente de la Asociación Batalla de Cutanda se mostró encantado una colaboración que hasta hace unos días ni siquiera podrían imaginar, según aseguró.

Noticias relacionadas

Comenta la noticia desde Facebook

Comentarios

No hay comentarios.

Para escribir un comentario es necesario entrar (si ya es usuario registrado) o registrarse