El castillo de Narahío renace de sus ruinas tras años de abandono (San Sadurniño, A Coruña)

27/3/15 .- http://www.elcorreogallego.es/

El castillo de Narahío renace de sus ruinas tras años de abandono (San Sadurniño, A Coruña)

Asociado a leyendas de Irmandiños, moriscos e incluso templarios, el castillo de Narahío regresa a la realidad gracias al proyecto de consolidación de la Consellería de Cultura. Con una visita a la fortaleza oculta entre las fragas de San Sadurniño, la conselleira Ánxela Bugallo anunció una inversión de 150.000 euros para limpiar y restaurar el vetusto inmueble.


El alcalde de San Sadurniño, Constantino Bedoya, ya logró la cesión del castillo, propiedad de la Casa de Alba, para uso municipal durante 30 años. Y ahora ha conseguido una recuperación que se iniciará durante este año y que se prolongará en 2007.

Un servicio de arqueología se encargará de supervisar la intervención para comprobar la posible aparición de restos de interés. Además, se seleccionarán las piezas arquitectónicas o escultóricas que aparezcan en un castillo realmente escondido entre la vegetación del río Castro.

Para su limpieza, se desbrozará el montículo rocoso donde se alza el edificio, su interior y la coronación de los muros. A la luz saldrán los pequeños muros de contención y caminos de acceso, para descubrir la estructura de la colina. Este proyecto, elaborado por la Dirección Xeral de Patrimonio y reconocido como muy complicado al tratarse de una ruina, incluye la retirada de materiales procedentes de diversas demoliciones.

Los muros se limpiarán a mano desde su base hasta su coronación. Y en las laderas rocosas se tomarán medidas para consolidar la edificación, reponer sillares y apuntalar huecos. Mientras tanto, se busca información sobre el tipo de construcción, materiales utilizados y diversas fases de ejecución.

A las desigualdades del terreno tuvo que adaptarse la torre de Narahío, con su irregular planta desde su nacimiento en el siglo XII. En lo alto de una cañada que domina al valle, no necesita ni fosos ni puente levadizo. Tras decenios de olvido, sólo conserva su torre del Homenaje, la puerta del Este y lo que queda de un edificio poligonal con patio de honor de imposible acceso. El citado torreón sólo alcanza 16 metros de altura. E incluso se comenta la existencia de vestigios de un posible túnel que comunicaría sus sótanos con la orilla del río Castro.

En su origen perteneció a Gonzalo Piñeiro. Pero tras batallar como caballero junto a Pedro I el Cruel en luchas fratricidas, la fortaleza pasó a manos de Fernán Pérez de Andrade. Con el fondo de la revuelta Irmandiña, fue destruido en 1466. En 1603 sucumbió al letal abandono.

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