Lo que el santuario patronal esconde (Lorca, Murcia)

26/8/12 .- http://www.laverdad.es

La reconstrucción saca a la luz la continuación de un muro islámico y pinturas murales | Las obras ayudan a desvelar algunos misterios hasta ahora sepultados que entusiasman a los restauradores

Las entrañas del santuario Virgen de las Huertas siguen siendo un misterio y la reparación de los daños ocasionados por los terremotos de 2011 se ha convertido en una excelente oportunidad para desvelarlos. ¿Fue edificado sobre una mezquita o sobre un palacio califal? Las obras de emergencia para la consolidación del templo parecen corroborar que el subsuelo del edificio cristiano encierra un importante legado musulmán de hace mil años. El entusiasmo se apodera de los que trabajan en la restauración porque están descubriendo nuevos indicios hasta ahora sepultados.
Las obras han permitido «seguir la pista del muro islámico que data de finales del siglo X o principios del XI que discurre bajo el templo» y que simboliza el origen del edificio, afirma el arquitecto Francisco Jurado, que dirige las obras. Los restos de arquitectura islámica fueron localizados en 1999 bajo el santuario y no está claro si podrían pertenecer a un palacio de verano ubicado fuera de la medina de la ciudad durante la época califal o a una mezquita. Las primeras excavaciones localizaron en aquel momento un lienzo de muro de 11,3 metros de longitud por 7,5 de alzado, fabricado en sillares de piedra arenisca con restos de policromía. Presenta tres arcos, el central de herradura apuntado y los dos laterales polilobulados. Montado sobre uno de estos, aparece un arco gótico que certifica su reconversión en ermita.
Ahora ha visto la luz un nuevo tramo de muro que incluye un arco, gracias a las excavaciones practicadas en una de las capillas laterales de la iglesia y el arquitecto tiene en proyecto que este descubrimiento tan importante se incorpore a la iglesia eliminando la pared que comunica con el sótano que atesora los precedentes de lo que es hoy el santuario patronal de la Virgen para que todo el mundo pueda contemplarlo. «Aún hay que estudiar bien este proyecto», aclara Jurado en declaraciones a 'La Verdad'.
Las excavaciones corren a cargo de la arqueóloga Ana Pujante que destaca que los hallazgos «son una joya muy valiosa que no puede permanecer oculta porque no hay otros en España de este tipo, es increíble», dice entusiasmada. Con las excavaciones están apareciendo pequeños fragmentos de pintura mural, también posiblemente de finales del siglo X.

Las otras pinturas

Desde su origen islámico hasta la actualidad, el santuario patronal ha estado en constante evolución y eso se ha puesto de manifiesto ahora más que nunca con las obras de emergencia para frenar su deterioro. Al picar para eliminar las grietas han salido a la luz en las paredes de una de las capillas laterales, la de San Antonio, unas pinturas murales hasta ahora inéditas que representan un Pantocrator en la zona central y dos imágenes de santos a ambos lados. La calidad es mala, su valor es más bien sentimental, dicen los expertos.
Las pinturas no estaban documentadas pero todo apunta a que son anteriores a 1652, cuando se arruina el convento patronal por una riada. Según explica el archivero municipal, Manuel Muñoz Clares, «el edificio no se vino abajo por completo, quedaron en pie algunos restos de capillas y sobre ellos, los franciscanos edificaron de nuevo la iglesia». También han salido a la luz otras pinturas decorativas de la misma época, de cortinajes y pajarillos aunque aún no se ha dado por concluido el descarnamiento de las paredes.
Las obras de consolidación también han servido para seguir la pista de la antigua torre del santuario que se desplomó en 1901 y que aparece junto a la entrada a la iglesia en el lateral derecho. «Con las fotos antiguas de que disponíamos hemos hecho las excavaciones oportunas para localizar exactamente donde estaba ubicada», dice Jurado.
Los trabajos van muy avanzados, explica el arquitecto, lo que va a permitir que en la onomástica de la Virgen de las Huertas, el 8 de septiembre, «queden libres de andamios la nave central y el presbiterio». Eso sí, las capillas laterales quedarán cerradas para impedir el acceso.
Ya ha concluido la restauración de la cúpula donde ahora se trabaja en la recuperación de las pinturas murales del siglo XVIII que disponen ahora de una nueva iluminación con bombillas tipo led «que dan menos calor que las anteriores evitando así que se vean dañadas las pinturas» y aportan más luz para resaltarlas, señala Jurado, que añade que «adquirimos el compromiso con el Ayuntamiento de tener ultimadas las obras en la nave central para poder celebrar los actos en honor a la patrona en el interior de la iglesia y hemos cumplido. El esfuerzo creo que merecerá la pena».



Los trabajos realizados en los dos últimos meses han consistido básicamente en consolidar las estructuras ya que hasta el momento solo se habían realizado obras de emergencia consistentes en el apuntalamiento de las zonas en peligro de derrumbe, sobre todo en el crucero donde las pilastras presentaban daños notables. «La rotura más peligrosa era en el arco central, el que separa el crucero del presbiterio, que había cedido mucho. Ahora se van a realizar unos cosidos tras haber sido inyectadas todas sus fisuras con cal hidráulica», explica.
«Hemos ido reparando grietas en las bóvedas, trabajando también por encima de estas en el bajo-cubierta». Según el arquitecto, «a nivel estructural ya se ha acometido buena parte del trabajo, estamos terminando de restaurar la zona más afectada». Las obras están siendo financiadas por el Instituto de Patrimonio Cultural del Ministerio de Cultura que destinó medio millón de euros para la primera fase de consolidación del santuario. «Solo nos hemos gastado un 40 por ciento de ese presupuesto con las actuaciones realizadas hasta ahora» que corren a cargo de la empresa de restauración vallisoletana Trycsa, admite el arquitecto.
Merecen mención especial los frescos del siglo XVIII que adornan la cúpula, «uno de los ciclos franciscanos más extensos y complejos, en cuanto a su significado e iconografía se refiere, de toda la Región de Murcia», explica la directora del Instituto Valenciano de Conservación y Restauración de Bienes Culturales, Carmen Pérez. «Estaban bien conservadas. Previamente hemos sellado las grietas y limpiado toda la superficie interior de la cúpula», añade Jurado.
Fuera de la nave central, una de las cosas que más preocupaba era la cripta nobiliaria de los condes de San Julián que se encuentra bajo la torre, junto al presbiterio, ya que la escalera de acceso se había partido y hubo que reconstruirla. El máximo interés de este lugar radica en la lápida de mármol del escultor valenciano Mariano Benlliure, que data de 1907, que no se ha visto afectada. Ya en la capilla, se ha reparado el forjado del suelo y se sustituirán las cabezas de hierro oxidadas de las vigas por unas de acero que garanticen su solidez. «Ya fue reparada la cubierta para evitar filtraciones pero el arreglo de la zona interior del techo no es urgente. En la restauración vamos de menos a más, hay que cerrar primero el tema de la estructura».

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