SOS por el Prerrománico

25/7/11 .- http://www.lavozdeasturias.es

El deterioro de la Cámara Santa o de San Miguel de Lillo preocupan a los expertos en patrimonio

¿Está el Prerrománico de Oviedo enfermo? Parece que hay un diagnóstico común entre los expertos en que sí, en que hay que profundizar en nuevos estudios para determinar al detalle un diagnóstico completo y, así, poder diseñar un tratamiento adecuado. En lo que parece hay más diferencias entre los estudiosos del patrimonio asturiano consultados por LA VOZ es en la medicación, en la duración del tratamiento o en la urgencia para una intervención. La última alarma en lo que a deterioro patrimonial se refiere ha surgido en la Cámara Santa de la Catedral y en su Apostolado escultórico románico. Al respecto el catedrático de Historia Medieval de la Universidad de Oviedo y director del Real Instituto de Estudios Asturianos (RIDEA), Juan Ignacio Ruiz de la Peña, afirma que este elemento patrimonial es fundamental “y urge que se proteja como se merece”. Ruiz de la Peña no se puede mantener ajeno a la nueva realidad política de región y manifiesta “que esta nueva administración -en lo referente al ámbito cultural- está formada por personas competentes y sensibles” con lo que sucede con este tipo de piezas.

No obstante, el director del RIDEA entiende que el Principado tiene que establecer una serie de prioridades para determinar la urgencia en la intervención del Prerrománico en Oviedo; “está claro que el Apostolado es un patrimonio artístico muy importante que requiere de una actuación rápida”. También opinó sobre la gestión practicada en este ámbito por la administración saliente: “Han dejado una herencia de mierda, hablando en plata”, dijo, mientras calificó de “hipoteca” el estado del legado que el nuevo gobierno tiene que gestionar en referencia al Prerrománico; “no se puede ahora urgir a los que acaban de entrar con lo que no se hizo en muchos años. La gestión cultural ha sido nefasta. Las cosas buenas que había han acabado con ellas”, sentenció Ruiz de la Peña.

Pilar García Cuetos, profesora de Historia del Arte en la Universidad de Oviedo, está de acuerdo con que hay que “realizar un diagnóstico para determinar el grado de peligro y tomar las medidas oportunas”. Afirma que la Cámara Santa es un elemento afectado por la climatología (sobre todo humedades que también deterioran el interior) y que “necesita de una conservación y mantenimiento continuado”. Pero a la profesora hay una cosa que le preocupa sobremanera: “El acceso del público a la Cámara crea muchos daños. La parte inferior está muy sobada y rozada”. García Cuetos entiende que la Catedral “necesita de un profundo análisis” y recuerda que la última intervención en la Cámara Santa “primó la preocupación por habilitar unos nuevos accesos que en atender a las verdaderas necesidades de cuidado y conservación. No había necesidad de poner esa escalera de caracol, una medida enfocada tan sólo al turismo”. Y es que se dio más importancia a este aspecto que “a la conservación del monumento; hay que evitar a toda costa llegar a estos extremos de degradación”.

Pero hay otro elemento del Prerrománico que preocupa, y mucho, a la profesora de Historia del Arte: San Miguel de Lillo. “Se encuentra en una situación preocupante” y es que también ha saltado en los últimos meses la alarma por el estado de sus pinturas murales amenazadas por la humedad. “El problema es que vamos a golpe de alarma que surgen porque son ciertos los graves niveles de degradación. Pero se necesita establecer un plan de actuación coherente en el que se fijen las prioridades”.

Sobre todo, limpieza Javier Fernández Conde, profesor de Historia y académico de la Llingua, entiende, por su parte, que la Cámara Santa es “de lo mejor cuidado y conservado” que hay dentro del patrimonio ovetense. No obstante, sí que apunta a que la imagen que presenta no es la adecuada y que, por lo tanto, “es necesario que se realice una limpieza de la piedra un tratamiento para su conservación”. Considera que le interior del recinto se encuentra “en buen estado” pero apunta a que habría que habilitar “otras maneras de protección” del altar; Fernández Conde quitaría la verja actual y colocaría un cristal de alta resistencia. La Cámara aguanta, por tanto, y no urge de un tratamiento pero no así otra de las joyas del Prerrománico de Oviedo: San Julián de los Prados. “Santullano se encuentra en muy mal estado tanto por dentro como por fuera; además está la amenaza de la autopista”. Se opone a la solución de la famosa losa con la que se pretende soterrar el tráfico a escasos metros del templo y entiende que la autopista debería de desaparecer y convertirse en una zona peatonal. “Sobre Santullano lo que tengo es miedo, preocupación y temor”, declaró.

Otra de las opiniones vertidas sobre este asunto la ofrece el conocido restaurador Jesús Puras. Desde su punto de vista técnico “no es urgente una intervención en la Cámara Santa aunque es evidente que requiere de una actuación”. Pero es en este punto donde más preocupación muestra el experto: en la propia intervención. “Hay que planificar un proyecto de recuperación integral bien enfocado, con prudencia, con estudios previos de todos los elementos del interior, de las policromías del Apostolado, con estudios del revestimiento, de las paredes, de la bóveda y del pavimento”. Y es que el mayor miedo de Puras es que, por la alarma surgida, se haga una labor de restauración sin medir las consecuencias de lo que puede provocar en el elemento patrimonial una intervención, más si ésta es urgente.

Cada vez que salta una alarma de este tipo, están vigilando siempre desde Icomos, entidad que asesora a la Unesco sobre los elementos del Patrimonio de la Humanidad. El presidente del comité científico de itinerarios culturales de esta organización, Víctor Fernández Salinas, manifestó recientemente a LA VOZ que los problemas de integridad de elementos catalogados como Patrimonio Mundial, como lo es la Cámara, “surgen por un problema en la gestión del Plan del Prerrománico; de hecho, no nos extraña nada lo que está ocurriendo con la Cámara Santa y con el Apostolado escultórico románico”.

El problema para el profesor de Geografía de la Universidad de Sevilla es preciso: “falta inversión”. Y es que el Plan del Prerrománico, tal y como informó el deán de la Catedral, Benito Gallego, contempla una rehabilitación y saneamiento del interior del recinto, pero se precisa de una inversión de medio millón de euros que no llega. “Hemos visitado recientemente la Cámara y hemos podido comprobar el alto estado de deterioro del conjunto escultórico que hay en el interior”, dijo el profesor Salinas.

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