«La literatura religiosa medieval también es fantasía»

12/6/11 .- http://www.lavozdeasturias.es/

Entrevista a Fernando Baños Vallejo. Profesor titular de la Universidad de Oviedo. Editor de ‘Milagros de Nuestra Señora’, y experto en literatura religiosa y medieval

Profesor titular de la Universidad de Oviedo, Fernando Baños Vallejo (León, 1962) imparte las asignaturas de Literatura Medieval y del Siglo de Oro en la facultad de Filología. Empezó a interesarse por la obra de Gonzalo de Berceo en 1983, cuando estudiaba cuarto de carrera. “El que luego sería mi director de tesis, Jesús Menéndez Peláez, fue quien me orientó hacia el estudio de Berceo, junto a Isabel Uría, experta en el mester de clerecía, que fue mi maestra”, explica . Baños ya dirigió en 1997 una primera edición de Milagros de Muestra Señora y repitió en 2002. Ahora Baños participa en una colección que aspira a convertirse en el canon de la mejor literatura en español.

¿Qué novedades aporta esta nueva edición? Trata de dar argumentos, sino definitivos, sí muy sólidos, para resolver el dilema sobre cual es el cierre de la obra. Llegué al convencimiento de que Gonzalo de Berceo hizo dos finales para su libro, que es una colección de 25 milagros, más una introducción que él añade. Y se discute cual es el milagro que debe estar el último porque varía en los manuscritos.

Explíqueme eso.

Berceo cerró la obra con el milagro de Teófilo, la versión medieval del pacto con el diablo; pero luego añadió un milagro más, ambientado en un pueblo de Castilla, en Valladolid. Hizo dos cierres, el del milagro de Teófilo y el de la iglesia robada. Esa podía ser una de las innovaciones. También está mi convencimiento de que la introducción es original de Berceo. Todo lo demás lo toma de fuentes escritas. De los 25 milagros, 24 fueron escritos antes en latín, pero la introducción es una creación original de Gonzalo de Berceo, a partir de lugares comunes que él reelabora, pero la composición global es propia de él. Algunas de las estrofas más originales de Berceo están en la introducción de los milagros.

¿Es un creador literario? En literatura medieval es bien sabido que no son originales como para escribir nada absolutamente nuevo. Siempre parten de fuentes ya escritas, pero sí lo son como para reelaborar siempre lo que están tratando. Son recreaciones y Berceo le añade mucha salsa. Lo que está en latín lo amplifica a través de diálogos e imágenes que conectan con el mundo popular: los malos son malvados, los buenos son más santos. En definitiva le da más colorido.

¿Cuál fue la principal aportación literaria de Gonzalo de Berceo? La de convertirse en un divulgador porque la gente en el siglo XIII no entendía el latín. Lo que hizo fue utilizar el idioma de los juglares y algunos otros recursos. Usó técnicas populares, pero revestidas de atributos que les dan solvencia a sus escritos. En aquel entonces la lengua de cultura era el latín y la literatura popular se hacía en castellano, sin versos regulares ni rimas perfectas. Berceo, como cualquier divulgador, se queda en una altura intermedia. Lo que hizo fue divulgar la doctrina cristiana con términos cercanos.

¿Por qué escribió los ‘Milagros de Nuestra Señora’? Nació con un fin catequístico, pero más allá del contenido religioso, leer a Berceo es como viajar al siglo XIII en una máquina del tiempo.

¿Qué quiere decir? Tiene una frescura tremenda y toques de humor. En los Milagros aparecen temas como el miedo, el dolor o la muerte, que siguen ahí. Es un libro que permite conocer la cultura medieval.

¿Disfrutarán los lectores con una obra como ésta? Si, porque la literatura religiosa medieval es una literatura fantástica y esto lo reconocería cualquier teólogo serio. Erasmo de Rotterdam ya renegaba de este tipo de leyendas porque decían que eran apócrifas. Son historias para llamar la atención. Los milagros son fábulas fantásticas de carácter piadoso o religioso. El milagro de Teófilo es la primera versión del pacto con el diablo, uno de los mitos literarios más importantes. Berceo es fantasía y tiene poco que envidiar a un libro de caballerías como el Amadís de Gaula.

¿Qué siente el editor de la última edición de Milagros de Nuestra Señora? Empecé a estudiar a Gonzalo de Berceo en 1983 y han sido muchos años de investigación y de esfuerzo. Ver ahora Memorias de Nuestra Señora como una edición canónica me produce una satisfacción muy grande.

Su libro forma parte de una colección de clásicos de la literatura española.

El esfuerzo de su director, Francisco Rico, es que más allá de mencionar a los clásicos como referencia cultural, la gente se acerque a ellos y los visite de verdad. Requieren más esfuerzo, pero al final siempre tienen premio y nunca defraudan.

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