La Diputación inicia las obras de restauración de la torre almohade de Almudaina en Alcoy

La Diputación de Alicante ha iniciado la restauración de la torre almohade de Almudaina, un proyecto por el que viene luchando la población desde hace años. La rehabilitación de esta construcción originaria de los siglos XII y XIII supondrá la recuperación del edificio histórico más importante del municipio, a la vez que aportará información muy relevante acerca de un tipo de torres que forjaron el nacimiento de las posteriores fortificaciones de la comarca.

La torre de Almudaina es una construcción defensiva de la época almohade de los siglos XII-XIII. Actualmente se encuentra en proceso de restauración, con lo cual estará cerrada al público durante seis meses. Esta torre fue comprada a un particular en 1999 por valor de 42.000 euros y ahora parte de un presupuesto de 477.244 euros para su restauración, financiada por la Diputación de Alicante.

La torre se encuentra muy próxima a la actual iglesia de Almudaina, dominando todo el valle de Planes. La edificación es de planta cuadrada con quince metros de altura. La torre fue declarada tiempo atrás Bien de Interés Cultural e incluida en el Catálogo de Monumentos de la Comunidad Valenciana.

Las obras han comenzado hace cuatro semanas y hasta ahora los albañiles se hallan apuntalando la torre mientras los arqueólogos investigan más indicios de su época histórica, que les permita averiguar el pasado. Con estos datos se creará un cuadro cultural en el interior de la torre, que albergue información sobre su construcción, su historia, su tipología arquitectónica y el sistema de vigía y defensa del territorio al que pertenece.

Su emplazamiento y su altura permitirá convertir su última planta en un mirador, rehabilitando su carácter de atalaya. El único cambio estructural en la torre va a ser la entrada, que será situada en su lado opuesto para harmonizar con el resto del pueblo, ya que en caso contrario, le seguiría dando la espalda. El alcalde de Almudaina, José Luis Seguí, se muestra orgulloso con su patrimonio cultural y opina que «hay que invertir en la herencia de un pueblo».

La torre almohade de Almudaina es una construcción defensiva, se trata de una atalaya para la observación del territorio y también ha resultado ser un nudo de transmisión a otros enclaves cercanos. Así lo confirman su posición estratégica, su altura y los huecos en sus fachadas con formación de aspilleras. Ha sido eje de una estructura urbana, una alquería, como ha revelado la excavación de los alrededores, donde los arqueólogos han determinado que se asentó la población que antecedió a la actual Almudaina.