El grave deterioro de la parte más antigua del Castillo obliga a su urgente reparación (Alicante)

«El albacar d´en mig» abarca una amplia muralla con cuatro torres que se remonta a la época medieval y fue la única parte que sobrevivió a la reforma de los siglos XVI y XVII


La parte más importante y antigua del Castillo de Santa Bárbara, que se remonta a la época medieval y que está constituida por un frente de muralla con cuatro torres, va a ser sometida con urgencia a una profunda restauración ante su avanzado estado de deterioro. El proyecto para sanear esta zona, históricamente conocida como «el albacar d´en mig», ya se está redactando, existe una consignación presupuestaria de 300.000 euros y el Ayuntamiento confía en comenzar las obras antes de finales de año.



Casi milagrosamente, «el albacar d´en mig» ha sobrevivido, prácticamente intacto, hasta nuestros días, siendo los restos más antiguos de la emblemática fortaleza de la ciudad y los únicos que se conservan de la etapa medieval. Forman el frente de muralla de la parte de la fortaleza existente entre el Cuartel de Felipe II, en la parte inferior, y el macho del castillo o parte más elevada del mismo. A lo largo de su trazado el albacar cuenta con cuatro torres, cuyos nombres son: Cap Cerver o la matanza, Colomer, Santa Caterina y Sant Jordi.

Basta aproximarse a la zona para constatar el mal estado en el que se encuentra. Hay numerosos huecos de sillares que se han desprendido y otros están en peligro de hacerlo. Además, hay sectores de muralla y de torreones donde el tapial de la etapa musulmana, reforzado con sillares de la época cristiana, prácticamente han desaparecido. También abundan las grietas a lo largo de toda la pared amurallada. El resultado es una imagen bastante desangelada de la atracción turística más importante de la ciudad como es el Castillo de Santa Bárbara, y el riesgo de pérdida de la parte de la fortaleza con mayor proyección histórica.

El concejal de cultura, Pedro Romero, a través del Cophiam, organismo dirigido por el arqueólogo Pablo Rosser, ha consignado 300.000 euros para hacer frente a la restauración y ha encargado la redacción del proyecto al arquitecto Marius Beviá, especializado en actuaciones relacionadas con el patrimonio histórico. Todo ello con vistas a poder acometer las obras antes de finales de año.

Aunque el albacar d´en mig son los restos conservados más antiguos, en las excavaciones arqueológicas realizadas en la cumbre del Benacantil se han localizado incluso restos ibéricos y romanos, aunque el origen de la fortaleza es islámica. En la parte superior de la misma los musulmanes construyeron una alcazaba, que se situaba sobre lo que hoy es el macho del castillo. Sin embargo, a lo largo de los siglos XVI y XVII, y especialmente durante el reinado de Felipe II, el castillo sufrió una gran transformación con nuevas dependencias y cuarteles, que son, básicamente, los hoy existentes. Prácticamente de la etapa anterior solo sobrevivió el albacar d´en mig. La zona ha sido dañada en los numerosos ataques contra la ciudad a lo largo de los siglos pero se ha mantenido en pie.

El cometido del «albacar d´en mig» no está muy claro, pero hay teorías que indican que se utilizaba por la población de la villa para su protección y la del ganado y el trigo cuando se producían agresiones bélicas.