Los restos de San Gil, con su pila bautismal, quedarán al descubierto y serán visitables (Zamora)

Las ruinas de la antigua iglesia románica serán consolidadas y se instalará un sistema de drenaje en la plaza que evite las humedades durante el invierno



Los restos de la iglesia de San Gil quedarán a la vista y serán visitables por el público, incluida la pila bautismal descubierta durante los trabajos arqueológicos que aún no han concluido en la plaza del Maestro Haedo. Después de la reunión que mantuvieron, en esta semana, los técnicos y responsables de Patrimonio con el arquitecto redactor del proyecto y el director de la obra se ha decidido mantener sin cubrir tres puntos de la excavación. Quedarán a la vista el extremo donde apareció el baptisterio y la cabecera del templo, que conserva, parcialmente deteriorado, el altar, según indicó el concejal de Obras, Juan Ignacio Carbajo. La pila será restaurada y recuperada del Museo de Zamora, donde fue depositada tras recuperarse durante la excavación arqueológica.

Los especialistas tendrán ahora que decidir las técnicas a emplear, pero parece seguro que se optará por dejar al descubierto los hallazgos y se descarta la posibilidad de un pavimento transparente «ya que la climatología de Zamora no lo hace recomendable por las condensaciones de humedad que podrían producirse, con el consiguiente daño en los restos», indicó el concejal. Los visitantes podrán acceder a la zona que será «una especie de plaza dentro de otra plaza», explicó el responsable de Obras. El concejal no oculta que será una intervención costosa: una parte de lo que pretende dejarse al aire libre está justo frente a los garajes de un edificio. «Eso exige, primero, que la actuación se realice de forma que se minimicen los perjuicios a los propietarios, y después, realizarlo con un forjado especial que soporte el peso del tráfico de vehículos».

A la planta de la antigua iglesia de San Gil será necesario dotarla de un sistema de drenajes que ayude a evacuar una zona «especialmente sensible a las humedades», además de consolidar los restos aparecidos. Todo ello supondrá, en la práctica, la modificación de lo que el proyecto arquitectónico tenía previsto desarrollar en la plaza del Maestro Haedo y en la que estaba previsto ubicar un parque infantil. Ahora, los futuros usos del espacio tendrán que convivir con las ruinas rescatadas de un templo que llevaba más de 400 años bajo tierra. Una vez calculado el presupuesto, el Ayuntamiento de Zamora buscará fuentes de financiación, fundamentalmente a través de la Junta.
En su día, el delegado territorial, Oscar Reguera manifestó la disposición de la Administración autonómica a estudiar peticiones en este sentido, aunque todavía no existe un compromiso que suponga una nueva inyección económica a esta parte de la remodelación urbanística del centro de la ciudad.

Los responsables municipales esperan contar en los próximos días con un proyecto más definido para poder comenzar la pavimentación y reordenación del espacio que tendrá un tratamiento hasta ahora único en la capital.