Hallado un baño califal en una excavación de la calle Fontanar (Córdoba)

La empresa constructora considera que su puesta en valor es compatible con el proyecto. Mercedes Mudarra dice que es necesario compatibilizar estos hallazgos con la edificación.


Un baño árabe del siglo X ha sido hallado durante una excavación arqueológica en la calle Fontanar de Cábanos, esquina con Menéndez Pidal. La Comisión Provincial de Patrimonio ha recomendado la conservación de este importante yacimiento que ha sido excavado por la arqueóloga Laura Aparicio.

La delegada provincial de Cultura de la Junta de Andalucía, Mercedes Mudarra, declaró ayer a este periódico que, efectivamente, se trata de un hallazgo importante que "hemos analizado desde la Comisión de Patrimonio y tendremos que evaluar en las próximas semanas si se continúa la excavación. Es necesario compatibilizar la conservación del baño y de parte del arrabal, pero tendremos que ver en qué grado".

Por su parte, la empresa granadina Dórica, que es la promotora de las ciento cuarenta viviendas que se van a construir en este solar, ha decidido integrarlo en la futura construcción del conjunto. Nos hallamos, pues, ante un baño califal de pequeñas dimensiones, al que se le ha identificado el horno y la sala caliente. Según la arqueóloga, falta aún por definir las salas templada y fría. También se duda sobre si se trata de un hammam público o privado. La arqueóloga se inclinaba en un principio por la privacidad basándose en que está ubicado en el arrabal y dista de la mezquita del Fontanar.

Este baño califal posee una alberca próxima y un posible caudal de agua considerable, que hace pensar que serviría para algo más.

La entrada principal al baño debió ser desde el este, a partir de otra calle que no se ha podido excavar y que quedaría bajo la actual calle Fontanar de Cábanos. Otra entrada secundaria se realizaría por una pequeña calle para el personal de servicio y el abastecimiento de leña. Dentro del espacio identificado como perteneciente al baño, área rectangular de 6,20 metros de longitud por 5 metros de anchura, se reconocen el horno y el hipocaustum de la sala caliente, el último ubicado en el extremo este del primero, del que recibiría el calor a través de la galería del horno. Sus muros norte y sur son de sillería. El suelo es de baldosas de barro cocido y sobre él apoya un muro de ladrillo adosado a los muros anteriores. En la pared este tiene abiertas tres toberas talladas en los sillarejos. El forjado sobre el que se levantaría la sala caliente no se conserva.

El horno tiene una superficie más reducida respecto a la sala caliente. Hacia los extremos este y oeste quedaría abierto, hacia el este para permitir el paso del calor hasta la sala caliente para alimentar la combustión.

Sobre el uso del baño, resta saber si era privado o público. La arqueóloga se inclina por lo segundo, en base a un espacio hallado más al este y que, de acuerdo con Pedro Marfil, interpreta como una gran sala abierta con pilas para las abluciones.

La arqueóloga ha propuesto en su informe preliminar la conservación in situ , propuesta que ha sido bien acogida por la empresa propietaria del solar, Dórica, empresa Constructora, S.A., que baraja su puesta en valor, dado que puede ser compatible.