La Junta exige un plan arqueológico específico para autorizar el tranvía en Sevilla

10/5/06 .- Diario de Sevilla

Antes de iniciar los trabajos Cultura exige un proyecto arqueológico que el Ayuntamiento no creía necesario por entender que la obra del tranvía tendría un impacto "nulo" en el patrimonio



La Junta ha recordado al Ayuntamiento que la obra del tranvía del centro debe hacerse con las cautelas arqueológicas que marca la ley de Patrimonio. El delegado provincial de Cultura, Bernardo Bueno, aseguró ayer que su área ha pedido al gobierno local que redacte un proyecto arqueológico específico antes de iniciar la obra propiamente del tranvía entre el Prado y la Plaza Nueva a finales de este mes.
La exigencia de la Junta contrasta con el convencimiento del Ayuntamiento de que no era necesario ningún plan arqueológico para ejecutar este transporte en superficie. El Consistorio no había incluido estudio arqueológico alguno en el proyecto oficial del Metrocentro con el argumento de que el impacto de la obra sobre el patrimonio era "nulo". Según el proyecto municipal, es poca la tierra que se va a remover y no se ve perjudicial para el patrimonio la reordenación de servicios afectados al desarrollarse "en una cota similar a la existente". Así, al menos, consta en el capítulo relativo del proyecto a los yacimientos arqueológicos y bienes de interés cultural.

Bueno sostuvo ayer "que el Ayuntamiento debía saber que tenía que entregar un informe arqueológico, está en la ley clarísimamente y más en una zona así, en los alrededores del convento de San Francisco y de la muralla, donde lo normal es que apareciera algo, por eso se excava con una metodología científica". El delegado recordó que a esto se refería la semana pasada la consejera de Cultura, Rosa Torres, cuando opinó que había fallos en la coordinación entre administraciones.

El delegado provincial recordó que las obras de canalización de Emasesa previas a la construcción del tranvía entre la Avenida de la Constitución y la Plaza Nueva siguen adelante con una vigilancia arqueológica "adecuada". Cultura paralizó estas obras el 30 de marzo y aprobó el proyecto arqueológico el pasado 26 de abril "aunque con dos presuntas infracciones" cometidas por el Ayuntamiento.

Esas infracciones consistieron en que Emasesa comenzó la obra sin la autorización pertinente de Cultura y en la pérdida de "información o patrimonio" bajo la Puerta de Jerez, lo que motivó que la Junta ordenara el cese temporal de las obras y abriera expediente sancionador al Ayuntamiento. Por el momento, Cultura ya ha designado a una instructora que deberá reconstruir cómo se produjo la destrucción de dos hornos almohades del siglo XII y comprobar la documentación remitida y la faltante. La instructora elevará su informe a la Dirección General de Patrimonio. "Ahora habrá que determinar qué tipo de infracción se ha cometido, puede que concluya en nada o en lo máximo, en una falta leve o en una muy grave", afirmó el delegado provincial. Sin querer inmiscuirse en el fallo del expediente, Bueno declaró que "existe un informe arqueológico que decía que allí había unos restos y, si hoy te asomas a la obra, ves que ya no hay nada".

En cuanto a los "motivos de seguridad" defendidos por el Ayuntamiento para justificar la inexistencia de catas arqueológicas, el delegado de Cultura indicó ayer que los argumentos municipales no son "suficientes", ya que el proyecto arqueológico que debió presentar Emasesa debía incluir un plan de seguridad adicional.

La destrucción de los hornos almohades de la Puerta Jerez ha hecho saltar todas las alarmas. Todas las miradas están puestas en la última fase del tranvía: la instalación de catenarias (cableado de alimentación eléctrica para el Metrocentro) en el entorno de la Catedral al menos durante los ocho primeros meses. Bueno dijo ayer que será "flexible" con las catenarias, aunque recordó al Ayuntamiento su obligación de presentar un proyecto arqueológico, informe que aún está siendo elaborado. El delegado prometió que la comisión de Patrimonio será "sensible" con el proyecto, "siempre que esté dentro de la ley".

En referencia a las polémicas declaraciones del concejal de Presidencia, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, quien se mostró la semana pasada seguro de que "mi buen amigo" Bernardo Bueno iba a ser más benevolente con el proyecto del tranvía, el delegado de Cultura dijo ayer: "Yo, como dijo Azaña, no tengo amigos. No se trata ni de amistad ni de relaciones cuando uno tiene las responsabilidades de un cargo como éste. Trataré al Ayuntamiento de Sevilla como a cualquier otro de la provincia sean grandes o pequeños, del PSOE o de cualquier otro partido". Bueno dijo que seguirá así mientras la consejera de Cultura le mantenga en su cargo.

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