El concurso convocado para reformar la muralla medieval de Madrid puede quedar desierto

El plan para derribar infraviviendas y recuperar restos de muralla en la zona no se realizará sin consenso con los vecinos, ni se derribarán viviendas en buen estado


La operación para recuperar la muralla medieval, que había despertado la oposición de los vecinos de Cava Baja y alrededores por las posibles afecciones a sus viviendas, puede quedar temporalmente aparcada. El concurso que se convocó en su día, por el que se proyectaría y ejecutaría el plan especial de la zona -lo que llevaba aparejada la expropiación forzosa y el derribo de viviendas-, muy probablemente quede desierto, tal y como indicaron a ABC fuentes municipales.

Esta solución sería precisamente la que solicitaban ayer los vecinos del entorno, en su primer encuentro con los responsables del área municipal de Urbanismo. La reunión entre ambos finalizó con satisfacción porque «por primera vez, hemos tenido información directa del Ayuntamiento», explicaba la portavoz vecinal Mercedes Salgado.

Residentes en las calles Escalinata, Cava Baja y Almendro habían pedido hablar con la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, al conocer los planes municipales para expropiar viviendas consideradas de ínfima calidad y derribarlas, para de paso recuperar restos de la muralla de Madrid en la zona.

Los vecinos sospechaban que detrás de la iniciativa podría haber una operación especulativa, y se opusieron frontalmente al proyecto. Ayer, tuvieron ocasión de informar al Ayuntamiento del auténtico estado de sus viviendas: «En el concurso convocado se habla de una situación que no es la actual; nuestras casas se han sometido a rigurosas rehabilitaciones y no existe en la zona ni degradación ni deterioro».

Resolver el concurso

Las autoridades municipales les pidieron, durante su encuentro de ayer, que esperen a que el concurso se resuelva, algo que ocurrirá en pocos días. Fuentes oficiales adelantaron a ABC que es muy probable que el citado concurso quede desierto, lo que aparcaría el proyecto, a la espera de alcanzar el consenso con los vecinos sobre las actuaciones a llevar a cabo en la zona.

Por su parte, la concejal de Urbanismo, Pilar Martínez, manifestó ante los medios su intención de crear «una comisión en la que participen los afectados» antes de tomar decisiones al respecto. Se abrirá, informó, una fase de estudio en este proyecto, en la que Urbanismo lo primero que hará será actualizar su información sobre la zona «para ver hasta dónde hay que llegar».

Sólo después, añadió, el Gobierno local decidirá qué hacer y cuándo, aunque siempre «será consensuado con los vecinos», insistió la concejal. No se demolerá «ningún edificio que se encuentre en buenas condiciones de habitabilidad».