Una excavación descubre un tramo de la muralla medieval de la Puerta Real (La Coruña)

23/4/06 .- La opinión A Coruña

La fortificación medieval que ha quedado a la vista en Puerta Real continúa por el paseo de O Parrote, pero por la zona de la calzada por donde circulan los vehículos, según explicó ayer el arqueólogo municipal, Xan Vázquez. Los técnicos decidirán si la tapia se cubrirá con un panel de vidrio que la mantenga a la vista. El muro descubierto forma parte de los accesos a la Ciudad Vieja construidos en el siglo XII.


La zanja abierta para instalar un transformador eléctrico y contenedores subterráneos tras el kiosco de Puerta Real ha dejado al descubierto un nuevo tramo de la muralla medieval defensiva de la ciudad. La tapia descubierta se corresponde con la Puerta Real que daba acceso a la Ciudad Vieja en el siglo XII y que formaba parte de la muralla de O Parrote, la primera fortificación de la ciudad. La mayoría del muro fue derribado en el siglo XIX por orden de Federico Tapia, salvo restos que aparecen según se hacen excavaciones en el casco histórico.

El arqueólogo municipal, Xan Vázquez, explicó que se trata de un tramo de muralla de unos cuatro o cinco metros que tiene su continuación por el paseo de O Parrote y por la calle del Rosario. El tramo descubierto está detrás del kiosco de prensa. Vázquez indicó también que ahora habrá que decidir si la muralla se deja enterrada o si se retira toda la tierra a su alrededor y se cubre con una tapa de vidrio para que quede a la vista de los transeúntes. "Ya se ha visto que los contenedores y el transformador de Unión Fenosa que se van a colocar ahí mantienen la distancia suficiente con la muralla para no perjudicarla", añadió el técnico del Ayuntamiento.

Felipe Senén, técnico de la Diputación, explicó ayer que esta tapia fue reformada en los siglos XVI y XVII y que es posible que conserve vestigios incluso anteriores al siglo XII. "Podría tener restos romanos", advirtió Senén. Los restos que se conservan hoy en día y que aparecen según se excava en esta zona de la ciudad son los que se salvaron del derribo de las murallas ordenado en el año 1846 por Federico Tapia.

La zanja donde ha aparecido este tramo de tapia se abrió con el objetivo de instalar en ella un transformador de Unión Fenosa y contenedores subterráneos para los residuos, como los de otras zonas del casco histórico.

Hace sólo un par de meses fue hallado otro tramo de la fortificación medieval en el número 6 de la calle Santo Domingo. En este caso fueron los arqueólogos contratados por la constructora que levantará en el solar un edificio de viviendas los que descubrieron 25 metros de tapia bajo tierra.

Los arqueólogos que participaron en esta excavación relacionaron los restos aparecidos en la calle Santo Domingo con otros descubiertos en el año 2000 en los trabajos de rehabilitación de otro edificio en los números 6 y 8 de la calle Príncipe. En este caso el fragmento tenía una longitud de treinta metros de longitud y cuatro de ancho y estaba datado entre los siglos X y XIV aunque su mayor parte fue construida ene los siglos X y XI.

En las excavaciones de Santo Domingo y Príncipe se hallaron además las rocas que formaban parte del antiguo acantilado de esta zona de la ciudad a la que, hace siglos, llegaba el mar. Los técnicos dataron fragmentos de cerámica de diferentes épocas, entre los que destacan piezas de la etapa romana y la medieval. Los arqueólogos encontraron más de dos mil piezas de cerámica, algunos medievales y otros de los dos siglos posteriores, piezas de Buño y monedas de los siglos XVIII y XIX, según constaba en la valoración del resultado de los sondeos emitido por la directora de la excavación.


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