Abren cuatro tumbas medievales ocupadas por 3 mujeres y 2 niños en Algeciras

El antropólogo Alfonso Palomo estudia ahora en el laboratorio las mandíbulas y los cráneos rescatados de la necrópolis medieval localizada dentro de la Villa Vieja algecireña


Los operarios expertos que trabajan bajo las órdenes del arqueólogo José María Tomassetti –de la empresa Arqueotectura– han abierto ya cuatro de las once tumbas que, de momento, se han descubierto en un solar de la calle Alexander Henderson. Los delicados trabajos se han realizado bajo la supervisión de un antropólogo que Arqueotectura ha contratado excepcionalmente para la ocasión. Se trata de Alfonso Palomo (que investigó la necrópolis de la prolongación de Blas Infante) y a tenor de los estudios preliminares realizados a pie de excavación, éste asegura que los restos óseos rescatados de las cuatro tumbas obedecen a cinco individuos: tres adultos, que, parecen ser de sexo femenino, y dos infantiles, que, en un principio, podrían ser un recién nacido y un niño menor de seis años. Estos dos últimos compartieron tumba, pero –según Palomo– fueron enterrados en momentos distintos, por lo que hubo una reutilización.
El antropólogo malagueño ahora afrontará el correspondiente trabajo de laboratorio; estudiará especialmente las mandíbulas y los cráneos de los cinco individuos con el propósito de conocer nuevos detalles acerca de quiénes fueron las personas enterradas en Alexander Henderson y cómo vivieron. La información que extraiga condicionará de alguna manera la campaña arqueológica en solar, de donde se podrían desenterrar íntegramente algunas tumbas.

El arqueólogo que dirige esta sugerente excavación, José María Tomassetti, asegura que los enterramientos datan de entre el siglo XIII y la segunda mitad del XIV. Aunque, a estas alturas, se desconoce si los enterramientos eran cristianos o musulmanes. Y es que, aunque el estado de conservación de los huesos es buena, la disposición en que aparecieron los cuerpos no era la original, ya que éstos se movieron después de ser enterrados, al caer la masa muscular de los esqueletos. "Este detalle también lo está estudiando Palomo, ya que la disposición de los cadáveres es fundamental a la hora de determinar si son enterramientos islámicos o cristianos; de cúbito lateral es una orientación propiamente musulmana y de cúbito supino, cristiana", explica el arqueólogo municipal, Rafael Jiménez Camino.

Lo que sí está suficiente constatado es que dentro de la ciudad amurallada había una necrópolis. En Alexander Henderson se han descubierto por ahora once tumbas cuando todavía queda pendiente un cuarto y último sondeo. Pero su presencia en el interior del recinto amurallado encaja difícilmente con las fechas propuestas por Tomassetti, ya que la tradición islámica no contempla el enterramiento de los muertos en el interior de la ciudad, sino en su exterior, fuera de sus murallas. Todos estos cabos sueltos llevan a los investigadores a formular dos hipótesis de trabajo: si se trata de un cementerio cristiano, los enterramientos se produjeron entre 1344 y 1369, un período de dominio cristiano que dura veinticinco años entre los períodos meriní y nazarí. O si se trata de enterramientos islámicos, éstos se producen en el interior de la ciudad coincidiendo con el Cerco de la ciudad que mantuvo Alfonso XI durante dos duros años. Los expertos dicen que esta segunda hipótesis es la más plausible, pero no descartan nada.