Estudios revelan el origen del Alcazar de Sevilla

Las investigaciones arqueológicas que se llevan a cabo en el Real Alcázar de Sevilla desde hace seis años han permitido cambiar la perspectiva sobre la fecha en la que comenzó la construcción de este monumento, que no empezó a erigirse a mediados del siglo IX, como se creía, sino más de un siglo después.


Esta es una de las conclusiones a las que ha llegado el equipo de arqueólogos que trabaja en este conjunto monumental sevillano y que actualmente ha comenzado a excavar en el Patio del León, la última de las intervenciones antes de terminar un proyecto que ha permitido 'entender' mejor el Alcázar y, con él, la evolución urbanística de la ciudad de Sevilla desde la época romana.

El coordinador de estos trabajos arqueológicos, Miguel Angel Tabales, explicó en una entrevista concedida a Efe que las excavaciones en el Patio del León, uno de los 'nudos' entre los distintos palacios que componen el Alcázar, comenzaron hace un mes y medio en un espacio de 250 metros cuadrados y tienen entre sus objetivos terminar de datar la antigua muralla del Alcázar, que probablemente sea posterior al siglo X, en el que estaba fechada hasta la actualidad.

Los arqueólogos analizarán también la portada de la Montería, que es del siglo XII y que fue retocada por Pedro I en 1356, y buscarán vestigios del castillete de ingreso al Alcázar del que formaba parte.

No obstante, Tabales indicó que todo apunta a que estas estructuras se encuentran 'muy destruidas' por los escenarios del antiguo teatro de la Montería, que fue construido en 1625 en este mismo lugar y destruido por un incendio unas décadas después, en 1691.

Tras mes y medio de excavaciones, los arqueólogos han localizado ya restos de este antiguo teatro del XVII, estructuras de la portada de la época de Pedro I y vestigios almohades, islámicos y anteriores, que formaban parte de palacios, cuya función aún se desconoce.

Las excavaciones se encuentran actualmente entre dos y tres metros de profundidad y en algunos puntos descenderán hasta los cinco metros, donde se espera hallar restos de la época romana.

La construcción del Alcázar comenzó por el Patio de Banderas y su ampliación hacia el oeste, en los terrenos que iba dejando libres el Guadalquivir, es 'importantísima para entender muchas de las claves de la transformación urbanística de la ciudad en su época antigua'.

A diferencia de la excavación del Patio de las Doncellas, que cambió su fisonomía gracias a la recuperación de un jardín medieval del siglo XIV, en el caso del Patio del León los arqueólogos no esperan que los hallazgos vayan a influir en el diseño posterior de este espacio, que también verá sustituido su pavimento actual, aunque Tabales advierte que 'puede ocurrir cualquier cosa' y recalca que 'si aparece algo, no se va a esconder'.

El proyecto sistemático de trabajos arqueológicos desarrollado durante los últimos seis años ha incluido también estudios de paramentos y sondeos estratigráficos, en él han colaborado expertos de las universidades de Sevilla, Huelva y Córdoba y están autorizados por la Dirección General de Bienes Culturales, sufragados por el Patronato del Alcázar y adjudicados a la empresa Construcciones Bellido.

Cuando termine este programa, los arqueólogos editarán dos informes con sus conclusiones, uno de ellos monográfico sobre el Patio de las Doncellas, y comenzarán un nuevo proyecto sistemático que incluiría excavaciones en lugares como el Patio de Banderas y el Jardín Inglés, donde buscarán una necrópolis y restos industriales de la época romana e islámica.

El Real Alcázar de Sevilla, que es Patrimonio de la Humanidad, es un conjunto monumental que comenzó a levantarse hace casi diez siglos, un palacio musulmán que ha sufrido diversas modificaciones y ampliaciones en su historia, que es residencia de los Reyes de España en la capital desde que así lo considerara Pedro I en el siglo XIV y que fue cedido a la ciudad durante la II República.