La avenida del Marquesat de Dénia esconde el antiguo arrabal de la época andalusí

13/12/10 .- http://www.antiguaymedieval.blogspot.com/

Excavar en algunas zonas de Dénia es igual que bucear en la historia. Por ello, el seguimiento arqueológico al que actualmente están sometidas las obras que promueve la empresa Aqualia en las calles Pintor Lorenzo y Avenida del Marquesat para mejorar la red hídrica ya ha sacado a la luz algunas sorpresas.
Según desveló el departamento de Arqueología Municipal, la zanja realizada por el centro de ambos viales ha permitido acreditar y constatar «una gran densidad de estructuras arqueológicas que confirman la existencia de una red urbanística densa del antiguo arrabal andalusí».
Un buen descubrimiento en esta zona de la ciudad ya que, como admiten desde el Consistorio, en este ámbito había muy pocos datos arqueológicos de lo que podría esconder el subsuelo.
El equipo técnico relata que la zanja, que ahora está abierta en la Avenida del Marquesado y entre las calles Pintor Llorens y Arturo Vicens, abarca algunas de áreas que fueron manzanas de casas en el siglo XII, así como el lienzo occidental de la muralla del Fortí, «rabad amir, o arrabal grande de Dénia».
Entre los recientes descubrimientos está en el lienzo de muralla que cerraba la ciudad por el oeste, así como la barbacana o antemuralla de la misma, que sigue las mismas pautas del segmento documentado en las excavaciones del Camí dels Lladres, más al sur. «Así, se constata el trazado exacto del sistema de fortificación milenario con que contaba la ciudad» indican desde los servicios municipales.
A tenor de los primeros análisis de un seguimiento arqueológico que cuenta con la dirección técnica del arqueólogo Carlos Monfort y con la supervisión del Servicio Municipal de Arqueología de Dénia, que dirige Josep Antoni Gisbert, se puede concluir que el grueso de los registros arqueológicos encontrados son, fundamentalmente, del siglo XII.
«La fortuna, sin embargo, nos ha hecho descubrir un gran ataifor», destacan desde el museo dianense. Se trata de una especie de bandeja honda que se utilizaba para servir viandas, esta datada del siglo XI y que felizmente está «en perfecto estado de conservación» aseveran.
Esto ha permitido hasta identificar su origen. Los técnicos desgranan que se trata de una pieza importada, proveniente de Qairawan, un importante puerto que se localizaba en Túnez, y con el que las gentes de la antigua Daniya mantuvieron relaciones comerciales y de trasiego de personas y de mercancías durante los siglos de al-Andalus.
La Dénia musulmana
Esta intervención arqueológica, que cuenta con la financiación de Aqualia (de acuerdo con lo que marca la legislación vigente en materia de patrimonio) permite tener una secuencia nítida de la estratigrafía arqueológica (rama de la geología que trata del estudio e interpretación de las rocas sedimentarias estratificadas) justo en el centro del arrabal andalusí. Según recalcan los arqueólogos, su documentación «ofrece cotas y datos sobre la arqueología de este importante espacio de la Dénia musulmana».
Es por ello que ahora se sabe que, estas calles que actualmente pertenecen al barrio del Saladar, u subsuelo acredita que «mil años atrás ya tuvo un urbanismo y una arquitectura doméstica avanzada, que sucumbieron con la conquista cristiana, cerca el 1242 y no volvería a la vida urbana hasta finales del siglo XIX.
Además de en estas obras, el departamento de Arqueología de Dénia está pendiente del resultado de otras excavaciones como las de la plaza de la Constitución.

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