Descubren en el cantón de San Roque 7 metros de la segunda muralla de Vitoria

14/10/05 .- grupo Vocento

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Vitoria muestra de nuevo sus entrañas y su historia medieval se convierte en protagonista de primera plana. El equipo que dirige la veterana arqueóloga Paquita Saénz de Urturi ha descubierto siete metros de la segunda muralla que ordenó construir en 1202 el rey castellano Alfonso VIII para asegurar la primera ampliación de la vieja villa por el Oeste. El hallazgo ha sido posible gracias a la intervención arqueológica que se realizaba en un solar abierto en el número 18 de la calle Diputación, junto al cantón de San Roque, tras el derribo de un edificio.


En esa finca, a dos metros de profundidad de la calle y a metro y medio de la rasante de la antigua vivienda, ha aparecido un enorme muro de piedra de dos metros de espesor y 1,70 de altura. 'Por la documentación histórica que tenemos, se sabe que por esta zona iba el trazado de esa segunda fortificación medieval. Creíamos que estaba situada más hacia el interior. Se trata de la base de la muralla, de la zapata que descansa en roca sobre la que luego se levantan los lienzos. Es de lajas enormes y no hay mampostería ni relleno', explicó a Vocento la arqueóloga Paquita Sáenz de Urturi, quien mostró gran satisfacción por el hallazgo. 'No es la primera vez que aparecen restos. Pero en esta ocasión podemos saber perfectamente lo que había quedado enterrado tras la demolición del lienzo en 1855', agregó.

Los expertos han encontrado también restos de una escombrera de un taller de ferrería que puede datarse entre los siglos XIII y XIV y muros de viviendas del XIX.

Los restos descubiertos ofrecerán una importante información de esa parte de muralla que cerraba Vitoria por el Oeste, y que fue mandada construir por el rey Alfonso VIII de Castilla tras el incendio de 1202 que obligó a reconstruir la entonces villa.


Antigua puerta

El lugar donde han sido hallados los restos coincide también con una de las antiguas puertas de la ciudad. 'En este cantón hubo un arco de entrada', recalca Sáenz de Urturi.

Dada la importancia del descubrimiento para conocer con datos arqueológicos la historia de la ciudad, el muro no se va a destruir, sino que se va a conservar encajado en el nuevo edificio de viviendas que ahora se levanta en el solar. Las labores de investigación han repercutido en los plazos de finalización del inmueble donde estaba la farmacia de Ochoa, aunque las obras no se han parado. 'Todavía no sabemos cómo, pero vamos a tener que compatibilizar la existencia de la muralla y la construcción del sótano de la vivienda', aseguró a este diario un portavoz de la empresa Construcciones Miguélez.

La última vez que se hallaron restos de este perímetro defensivo fue en 1999. Entonces se encontraron más de diez metros de lienzo en el sótano de la llamada Casa de la Hiedra, en la calle Siervas de Jesús, 12, luego rehabilitada para apartamentos. Aquellas paredes presentaban un relleno de piedra y argamasa. 'Tenía un espesor menor del que hemos encontrado en el cantón de San Roque', precisó ayer la arqueóloga.

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