«Para precisar el origen de Avilés es clave el entorno de los Franciscanos»

«Raíces es el yacimiento fundamental para entender la Alta Edad Media»

SERGIO RÍOS Arqueólogo, responsable de la intervención en Llaranes

E. CAMPO
Sergio Ríos, arqueólogo, acaba de cerrar la intervención en San Lorenzo de Cortina (Llaranes), pocos meses después de hallar una construcción hasta ahora desconocida bajo los cimientos de la capilla de Las Alas. Especializado en arqueología vinculada a proyectos de restauración, fundamentalmente iglesias, ya trabajó con anterioridad en Avilés, en las catas arqueológicas del palacio de Ferrera y la casona de Carlos Lobo.

-En Avilés hubo cierta controversia sobre el nombre: ¿Son Los Alas o Las Alas?

-Lo correcto es Las Alas. Así es como viene en las propias lápidas. La intervención arqueológica en la capilla fue muy limitada espacialmente, muy ceñida al proyecto, y eso ata en todos los sentidos. Es una zona que puede dar más de sí.

-¿Considera que la arqueología puede revelar muchos datos en el entorno de los Franciscanos?

-Hay consenso en pensar que es el área de origen de Avilés, los Franciscanos es el edificio religioso más antiguo... Así que a priori sí, aunque siempre con reservas por la incógnita que supone el estado de conservación de los restos. La residencia de los franciscanos fue muy agresiva y no se sabe cuánto daño produjo. Pero desde luego que es la zona en la que hay que trabajar para tratar de precisar el origen de Avilés.

-¿Se sintió muchas veces decepcionado por intervenciones en las que no se halló nada?

-Yo no hablaría de decepción porque es algo que tienes asumido, forma parte de la profesión. En Las Alas las expectativas eran mayores, sobre todo en el exterior, pero no obstante se consiguió información importante sobre un edificio anterior del que no se ha podido precisar su cronología; ampliando la intervención, se podría precisar más.

-En la comarca avilesina se están realizando distintas intervenciones.

-Las iniciativas arqueológicas se valoran cada vez más. Y en Avilés y comarca la actividad es grande. Yo destacaría el Peñón de Raíces, que es un yacimiento clave para entender la Alta Edad Media en Asturias.

-¿Todos los proyectos arqueológicos están ligados a una explotación turística posterior?

-La mayoría. En los tiempos que corren, la arqueología únicamente de investigación es muy difícil. Si no hay un condicionante legal que imponga una actividad arqueológica, lo que queda es buscarle un posible rendimiento económico.

-¿Se puede vivir de arqueólogo?

-Yo vivo... Pero es un campo limitado, y más en Asturias. En otras regiones está afectando mucho el parón inmobiliario. En Asturias, como no hay tanto potencial, no hay grandes empresas de arqueología, y trabajamos en pequeñas empresas o como autónomos.

-¿Cómo ha cambiado la profesión, de la mano de las nuevas tecnologías?

-Algo que ha evolucionado mucho son las dataciones, sobre todo porque se han abaratado y requieren mucho menos tiempo. Es uno de los mayores cambios. Luego también está la aplicación de técnicas como la fotografía digital, el tratamiento digital de las imágenes... facilita mucho las cosas. Otro avance es la localización por satélite, los GPS, que también puede ser muy útiles.

-La arqueología está muy lejos de las prácticas difundidas por Indiana Jones.

-Es mucho más profesional, aunque el ejercicio profesional de la arqueología todavía no esté asentado del todo. No es lo mismo el ejercicio profesional de arqueología que la arqueología de investigación: la primera tiene el apremio del tiempo, hay que resolver rápido, no así la segunda. Son igual de rigurosas pero muy distintas.