La historia está bajo el suelo (Avilés, Asturias)

14/10/10 .- http://www.elcomerciodigital.com

Llaranes inicia las excavaciones en la capilla de San Lorenzo con el objetivo de poder datar sus orígenes

Con el laborioso y tenaz espíritu de la hormiga, la parroquia de Llaranes comenzó ayer la segunda fase de las excavaciones de la capilla de San Lorenzo, un pequeño templo de la zona vieja del barrio en el que hay depositadas muchas esperanzas. Esperanzas que se dirigen a poder certificar que esta iglesia fue una de las primeras que se levantaron en Avilés, «si no la primera», según señala el párroco del barrio, José María Murias, uno de los promotores del proyecto que está llevando a toda la comunidad de Llaranes a buscar bajo el suelo las huellas de su pasado milenario.
Los trabajos emprendidos ayer bajo la dirección del arqueólogo Sergio Ríos tienen como objetivo principal datar de la forma más exacta posible la cronología del templo. Hace ya ocho años, el equipo de arqueólogos dirigido por Paula Bartolomé y Catalina Yáñez descubrió en una primera prospección «la existencia de una primitiva zapata de cimentación» que revelaba «la presencia de un edifico anterior» al que se podría relacionar con la ventana prerrománica con la que cuenta la iglesia en su fachada.
A partir de ese resultado, el actual equipo de arqueólogos que trabaja en el templo intentará encontrar más indicios que puedan revelar datos sobre ese templo primitivo, su papel en el territorio y su fecha de construcción. «Imaginamos que puede haber algún tipo de enterramiento en el interior de la iglesia, algo habitual en los templos medievales. También es necesario aproximarse a los muros para saber si hay restos de los que pudieron existir con anterioridad, sobre los que se habría construido el actual templo», explicó José María Murias sobre unos trabajos que financia la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Avilés.

Hipótesis

La hipótesis con la que se está trabajando es la de que en el actual emplazamiento de la capilla de San Lorenzo hubo otra anterior perteneciente a un señor feudal de la época y que no guardaba relación con el Obispado de Oviedo. «En el año 2007, el catedrático emérito de Derecho Canónico, Juan Goti, realizó un extenso estudio sobre la iglesia primitiva de Llaranes Viejo, apuntando a los orígenes romanos de la villa. La comunidad cristiana de San Lorenzo de Cortina contaba con un templo propio que luego fue donado al obispado de Oviedo», explicó el párroco de Llaranes.
Otro de los elementos que invita a pensar que la iglesia primitiva se encontraba en el mismo emplazamiento es el hecho de que «hace unos sesenta años» la capilla sufrió una transformación «que elevó el edificio» sobre la plataforma original. «Aquí hay varias construcciones, hechas unas sobre otras», señaló Murias.
A los posibles orígenes altomedievales de la capilla, se suman los indicios de que en la zona hubo un asentamiento romano. Lo explica José María Murias. «En una casa de los alrededores hay una piedra de molino romana. Además, hubo unas monedas de oro aparecidas en la zona que se llevaron a una universidad francesa para un posterior estudio y a las que hemos perdido la pista. Todo esto nos hace pensar que el origen de Llaranes Viejo es romano y altomedieval».
La actual campaña de excavaciones, de la que se esperan datos científicos que permitan verificar todas estas suposiciones, tendrá una duración de unas tres semanas. Tras el trabajo de campo, llegará el momento de analizar los restos encontrados para poder saber algo más sobre la historia del templo.
Pero las intenciones de la comunidad de Llaranes no acaban ahí. La sociedad civil del barrio ultima ya un proyecto de intervención integral dirigido por el arquitecto Jorge Hevia y con el que se pretende devolver el esplendor a su iglesia. Un proyecto que tardará «años» en desarrollarse, pero que cuenta con el apoyo de un colectivo con laborioso y tenaz espíritu de hormiga.

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