Los albañiles restauran la historia de La Vila

14/10/10 .- http://www.diarioinformacion.com

Un proyecto pionero forma a parados en monumentos históricos. Esta semana concluye en La Vila Joiosa el primer programa provincial realizado entre la Universidad de Alicante y un departamento municipal de Arqueología que enseña a obreros desempleados a restaurar patrimonio cultural como alternativa laboral a la construcción tradicional

Estaban y siguen en paro pero desde esta semana 12 albañiles y un voluntario cultural pueden incorporar a su currículum el título de especialista en restauración del patrimonio cultural gracias a haber podido formar parte de un proyecto pionero en la provincia realizado por el Departamento municipal de Arqueología y la Universidad de Alicante: El programa de Formación Cualificada para Operarios en Intervenciones del Patrimonio Cultural. Una iniciativa impulsada por el Ayuntamiento vilero a cargo del Plan E que ha formado, durante 4 meses, a 13 personas (12 albañiles con experiencia y un voluntario cultural desempleado) para que puedan trabajar en intervenciones culturales del municipio.
En principio, han comenzado restaurando la estructura exterior y alrededores del "Molí de la Llobeta", uno de los tres molinos harineros hidráulicos que existían en La Vila en 1653 y un pozo del mismo cauce del siglo XVIII. Esta actuación, según explicó Paco Maciá, voluntario participante, "ha conseguido salvar el molino, porque estaba tan mal que podía caerse en cualquier momento. Hemos reparado las paredes y apuntalado el interior, que sigue igual de mal y si no se actúa podría derrumbarse en un futuro, motivo por el que están buscando subvenciones para poder completar su restauración total". De momento, asegura sentirse orgulloso de lo aprendido, al igual que sus compañeros, que se apuntaron sin tener a priori ninguna inquietud en el área histórico-cultural. "Es un trabajo totalmente diferente a lo que hemos hecho hasta ahora, más minucioso y delicado, con materiales distintos", explicó Ximo Quesada, uno de los peones becados del programa. Jaime Iborra, su compañero, apuntaba en el mismo sentido destacando las nuevas técnicas aprendidas. Y es que han trabajado con los materiales que se usaban antaño, con las mismas dosis que hace siglos y utilizando las mismas dosis, aprendiendo con ellos el valor real del mantenimiento de aquellas construcciones.
Sin embargo, ninguno apuesta por el momento por "abrir una empresa de restauración entre todos dedicada a la restauración del patrimonio arqueológico como se pensó en principio, pese a que en La Vila no hay ninguna empresa dedicada a esto y sí muchos lugares por arreglar, porque éste ayuntamiento, como cualquier otro, paga muy tarde y nos llevaría a la quiebra", según comentaron. Tampoco les ha servido, a fecha de hoy, para que el propio Ayuntamiento les haya llamado para trabajar como peones de arqueología en unas plazas "recién convocadas", pero aun así están convencidos de que la formación adquirida les servirá en un futuro, y esperan que pueda ser terminando el propio molino.
Por el momento la Universidad de Alicante está haciendo un estudio de diagnóstico sobre el edificio para su restauración integral, según confirmó José Antonio Huesca, catedrático de la Universidad de Alicante y supervisor de las obras, junto al catedrático Miguel Louis y el director del museo municipal, Antonio Espinosa. Huesca, que afirmó que "este curso pionero para albañiles debería de implantarse en más sitios, por lo básico que es formar a gente en restauración", pero prefirió no dar detalles del proyecto de la futura rehabilitación al no estar terminado. Fuentes municipales informaron sobre una primera alternativa barajada: dar al molino un doble uso, dejando una parte del edificio para bar y zona de ocio, y otra parte como museo, aprovechando una actuación no ejecutada del proyecto de restauración del río que incluía un área recreativa. La idea, sin embargo, chocaría con la accesibilidad al inmueble, por lo que sigue estudiándose otras soluciones que puedan ser proclives a recibir subvenciones para su ejecución.

"El Molí de la Llobeta" y el pozo doble

El "Molí de la Llobeta" fue fundamental para el aprovisionamiento de harina de La Vila durante casi trescientos años. Como los demás molinos encontrados en La Vila, un total de seis, y los hornos de pan para la cocción del pan, este molino era potestad del rey, que lo explotaba mediante concesiones. Junto a él se ha conservado también -ahora rehabilitada parcialmente- la casa del molinero donde estaban las muelas y la maquinaria de madera. Se cree que dejó de utilizarse antes de la guerra, siendo utilizado como caseta e incluso como vivienda pese a encontrarse en una situación de casi ruina. En su restauración parcial se han descubierto estructuras hidráulicas de la época no sólo en sus alrededores sino a escasos cien metros, como ha sido el pozo del siglo XVIII en el que también han intervenido los voluntarios, tapado durante años por la casa del almacén de bebidas que se encontraba en el margen derecho del río, eliminada tras la rehabilitación de la zona, y que proveía de agua Salmaia y era doble, en previsión a bajadas del caudal.

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