El Busot medieval sale a la luz (Alicante)

Un patrimonio cultural en reconstrucción. Busot recupera poco a poco su castillo almohade, construido en el siglo XII y que se encontraba al borde de su desaparición. Se está reconstruyendo la Torre Norte y consolidando los restos que quedan para hacerlos visitables. Al mismo tiempo, las prospecciones arqueológicas han permitido hallar cerámicas, una medalla, una moneda y una pipa y saber más sobre esta fortaleza y su importancia en la comarca.

Busot redescubre su pasado islámico. Su castillo del siglo XII está recuperando parte del esplendor medieval que le llevó a ser una fortaleza de gran importancia durante más de 400 años. Todo gracias a un proyecto de rehabilitación que, además de facilitar la reconstrucción de la Torre Norte -del siglo XIII-, consolidar el resto de lo que queda de la fortaleza y habilitar la zona para su apertura al público, ha permitido realizar relevantes descubrimientos arqueológicos y saber más sobre el pasado de esta atalaya, del propio municipio y de su relevancia durante la Edad Media.
Una medallita, una moneda, una pipa de fumar tabaco del siglo XVII y numerosos restos cerámicos de ollas, tinajas... han sido hallados durante los trabajos, que están muy avanzados y se espera que finalicen el próximo mes. Este proyecto de restauración, adjudicado por el Ayuntamiento a la empresa Cyrespa Arquitectónico SL por 76.800 euros y dirigido por el arquitecto Jaime Giner Martínez, está sacando a la luz secretos que guardaba la fortaleza sobre su fisonomía e historia, después de décadas de deterioro en las que se ha ido viniendo abajo parte de lo poco que queda, y el resto se había cubierto de maleza y suciedad.
Desde que se procediera a la excavación de parte del castillo de Busot, entre 1989 y 1990, no se habían vuelto a realizar actuaciones arqueológicas, pero la espera ha valido la pena. Los trabajos arqueológicos desarrollados por la empresa Arquealia y dirigidos por los arqueólogos Gabriel Segura y Jesús Moratalla, han permitido excavar la parte superior de la Torre Norte, donde se ha constatado la existencia de una habitación y de una planta superior ahora desaparecida, que proporcionaban a la torre una altura mucho mayor de la pensada inicialmente en el proyecto de reconstrucción. Por ello, para respetar su estructura original, se ha tenido que modificar el plan para alcanzar su auténtica altura.
Gabriel Segura explica que se han documentado aspectos constructivos de la propia torre, con sucesivas reformas de la misma, y los datos arqueológicos han permitido confirmar su origen islámico y la profunda reforma llevada a cabo durante un momento indeterminado de los siglos XIV-XV para su conversión en elemento defensivo de la puerta principal del castillo.
En este sentido, también se han excavado parte de los lienzos de muralla anexos a la torre, descubriéndose en uno de ellos indicios que permiten afirmar que se ha localizado el acceso al castillo. Se trataría de "una puerta fortificada, con un muy interesante acceso en codo y defendida por una gran torre que la flanquea. Estos elementos defensivos vienen mostrar la importancia de este castillo durante toda la Edad Media". añade Segura.
Los restos arqueológicos están fechados todos ellos en el siglo XIV, con sucesivas reformas en el XV y XVI, constatándose la decadencia y ruina progresiva del castillo a partir del siglo XVII y, sobre todo, durante el XVIII. Entre los restos arqueológicos recuperados cabe destacar un interesante ejemplar de pipa de fumar tabaco, conocida como "pipa de espuma", fechada en el siglo XVII.

Relevancia histórica

Segura destaca que todos estos datos permiten confirmar su importancia, ya manifestada en su día por Rafael Azuar -máximo especialista en castellología de la provincia-, quién puso de manifiesto el importante papel del castillo de Busot en el poblamiento andalusí (islámico) de la comarca al caracterizarlo no sólo como un castillo, sino como un poblado fortificado, con viviendas en su interior.
Todo ello permite afirmar que el Busot islámico se localizó dentro del propio castillo protegido por las murallas, y que con la conquista cristiana de mediados del siglo XIII, la población musulmana fue sacada fuera del recinto fortificado, situándose en el actual emplazamiento de Busot. Desde ese momento, agrega Segura, esta fortaleza pasó a convertirse "en un castillo feudal, guardián del territorio y símbolo permanente del dominio señorial".

Un primer paso para rehabilitar la atalaya, que estrenará luz ornamental
La reforma del Castillo de Busot no se va a quedar aquí. La intención del Ayuntamiento es que las actuaciones prosigan en los próximos años trabajando para poner en valor este Bien de Interés Cultural (BIC), que se encontraba en un estado ruinoso que amenazaba su supervivencia.
El alcalde, Alejandro Morant, afirma que "se va a seguir trabajando en un proyecto plurianual integral para recuperar el castillo, que supone un importante atractivo turístico y un patrimonio cultural e histórico que no se puede perder". Las obras que se están desarrollando van a permitir que esta fortaleza almohade pueda ser visitada por el público, ya que se están instalando pasarelas y paneles informativos para hacer un recorrido por la atalaya. Esta actuación está financiada a través del Plan E de 2009.
El primer edil destacó además que se está llevando a cabo un proyecto paralelo para dotar de iluminación ornamental a la Torre Mocha, la Torre Norte y a los restos de la muralla, cuyas obras se realizan gracias a las mejoras ofrecidas por la empresa adjudicataria de la renovación del alumbrado público.