El proyecto para recuperar la Torre de Arcos lleva paralizado diez años

La fundación que la gestiona no se plantea retomar la iniciativa a la espera de ayudas oficiales

Hace más de diez años arrancó en Chantada un proyecto para rentabilizar el potencial turístico y cultural de la Torre de Arcos, el único vestigio de una fortaleza medieval que queda actualmente en la comarca chantadina. Tras la limpieza de la maleza que la invade en varias ocasiones a finales de los noventa por parte de los propietarios y del Ayuntamiento, el proceso de recuperación del monumento sigue en el mismo punto: paralizado.

El entorno patrimonial de Arcos, conformado por la torre, el portalón, el escudo de armas, la capilla, el palomar, la casa vieja y el castro en el que se ubica la torre, pasó a pertenecer a la fundación Xosé Soto de Fión en el año 1999, tras ser adquirido anteriormente a título personal por el presidente de esta entidad. Actualmente la maleza vuelve a invadir el conjunto de Arcos, que permanece totalmente abandonado.

La primera fase de recuperación fue iniciada a finales de ese año y consistía en el adecentamiento del entorno. Una vez llevada a cabo, se puso en marcha la siguiente fase, que incluía un tiempo de consultas y negociaciones con la intención de convertir el conjunto patrimonial en un lugar de atracción turística. Incluso la fundación que gestiona la torre planteó la posibilidad de crear un pequeño museo y levantar la parte derruida de la torre, algo que nunca llegó a producirse.

Un mirador como reclamo

En diciembre del 1999, un técnico de la Dirección Provincial de Patrimonio y el Ayuntamiento inspeccionaron el entorno de la torre una vez concluida la fase de retirada de la maleza, con el objetivo de actuar en la consolidación del monumento. Por motivos presupuestarios, Patrimonio no contemplaba la reconstrucción de la torre, sino su consolidación, ya que sería necesaria una inversión muy elevada debido al avanzado estado de deterioro en que se encontraba el monumento. Sin embargo, desde el organismo se apuntó la posibilidad de habilitar un mirador en lo alto de la torre como reclamo turístico. Una propuesta que tampoco llegó a cuajar.

Un año más tarde, los dueños de la torre propusieron reconstruirla tomando como referencia unas fotografías en las que figuraba el monumento antes de su derrumbe parcial, a pesar de que este planteamiento chocaba directamente con el manifestado por los responsables de Patrimonio, que apostaban por consolidar lo existente, pero no reconstruir la parte caída. Y en este punto permaneció la idea de recuperar el conjunto de Arcos, un proyecto que desde la Fundación Xosé Soto de Fión no se plantean retomar hasta conseguir la financiación necesaria para llevarlo a cabo.

Su gerente, José Antonio Quiroga reconoce que la iniciativa está paralizada y que todos los planes presentados para la rehabilitación de la torre «quedaron finalmente en nada». Según Quiroga, el proyecto no salió adelante por la falta de ayudas oficiales. En varias ocasiones se dirigieron a Patrimonio, pero desde el departamento les respondieron con ley en la mano: «Cando se puxeron en contacto con nós dixéronnos que os propietarios dos bens considerados como patrimonio cultural están obrigados a súa conservación, coidado e protección», asegura el gerente de la Fundación Xosé Soto de Fión.

Impulso al Camiño de Inverno

Desde el Ayuntamiento de Chantada se llevó a cabo, en las fechas en las que se intentó rehabilitar la Torre de Arcos, un plan para recuperar diversos bienes patrimoniales del municipio con el objetivo de poner en valor el Camiño de Inverno. Aparte de la torre y su entorno, la iniciativa también incluía la iglesia de Pesqueiras, según señala la que fue concejala de Cultura en aquella época, Susana López Abella.

«Foi unha pena que todo quedara paralizado. Tiñamos previsto realizar o selado das pedras para que non continuase o deterioro da torre pero finalmente non se produciu».

Desde el Ayuntamiento señalan que la Torre de Arcos y su entorno son titularidad de la fundación, por lo que el consistorio no puede llevar a cabo ninguna iniciativa por su cuenta. Consideran que debería estar restaurada por su valor histórico y patrimonial, y manifestaron permanecer abiertos a cualquier iniciativa.