La rehabilitación de la Alcazaba arranca en un mes (Badajoz)

21/7/10 .- http://www.hoy.es

La empresa responsable, Cabero Edificaciones, está solucionando los últimos trámites administrativos y luego trasladará a su equipo desde Valladolid

La firma del contrato, el plan de obra y las licencias correspondientes. Estos son los únicos trámites que faltan para que los obreros lleguen a la Alcazaba. Tras saber que ha sido elegida como responsable de la obra, la empresa Cabero Edificaciones está cumpliendo estos requisitos para comenzar a trabajar en los 1.200 metros de muralla que deben rehabilitar. Calculan que esta intervención comenzará en el plazo de un mes, es decir, a finales de agosto.
«Ahora mismo estamos en la fase de documentación y depende de cuándo nos citen para solucionarlo, pero puede ser un mes», detalla Félix Cabero responsable de la empresa con sede en Valladolid. Cuando tengan todos los papeles necesarios según la Ley de Contratos, trasladarán su plantilla, su equipo y su maquinaria a Badajoz.
Su labor será restaurar 1.200 metros de muralla desde la Puerta de Carros hasta la del Alpéndiz. En este tramo deberán limpiar y adecentar los lienzos de muralla e intervenir en seis torres y cinco puertas. Invertirán 2,82 millones de euros un tramo muy importante, ya que renovaría la Alcazaba en su exterior. Cuando este arreglada, podrá verse en condiciones desde el río, la carretera de circunvalación y además, se podrá pasear por prácticamente toda la muralla renovada. Esto supondrá la culminación de la primera fase de la rehabilitación. A continuación, comenzará la obra más grande que supone unos 12 millones para dejar el recinto almohade completamente recuperado.
Cabero Edificaciones, según destaca su responsable, no es una empresa novata en este tipo de obras, ya que está especializada en la rehabilitación de monumentos. De hecho, tiene la máxima categoría en restauración, un importante reconocimiento. Entre otras obras, ha recuperado parte de la catedral de Segovia, el Real Monasterio de Nuestra Señora de las Huelgas Reales, en Burgos y actualmente están realizando una intervención similar en la iglesia de Santo Tomás Haro, en La Rioja. Nunca han trabajado en Extremadura, pero sí que han tratado en numerosas ocasiones con diversas administraciones regionales y nacionales.
Hormigón blanco y acero
En cuanto al proyecto que ejecutarán, según explica Félix Cabero, no habrá modificaciones con respecto al diseño que planteó el Ministerio de Vivienda. «La obra que se hace es el proyecto al que nosotros nos presentamos al concurso. No tenemos capacidad de modificación», explica el responsable de la empresa.
Eso supone que, finalmente, los 1.200 metros de muralla serán rehabilitados con solería de hormigón blanco y pavimentos de este mismo material que sustituirán gran parte del suelo original. Esa parte de la primera fase ha sido muy criticada por los colectivos en defensa del Patrimonio. En concreto, la Plataforma por la Rehabilitación Integral de la Alcazaba presentó una serie de alegaciones para intentar que las instituciones modificasen estos materiales.
En un informe elaborado por el arqueólogo Julián García Blanco y el arquitecto Javier Teijeiro Fuentes, aseguraron que instalar enfoscado en las murallas supondría «la pérdida irreparable de bastantes elementos originales imposibilitando la lectura histórica, arqueológica y constructiva del monumento». Para entender qué ocurrirá en la Alcazaba, hay que fijarse en la primera fotografía. En esta imagen se ve como la muralla tiene una parte superior en la que hay placas de hormigón de una restauración anterior y debajo, la sillería almohade. Cuando se rehabilite, todo se tapará con planchas prefabricadas de 60 por 120 centímetros en hormigón blanco.
Otra de las novedades que incluye esta rehabilitación es la sustitución del murete de piedra que discurre a la derecha de la muralla, es decir, protege a los que andan por el muro de la caída hacia el interior, por barandillas de acero (fotografía dos). En la tercera imagen se ve la Puerta de Carros donde se eliminará una escalera del siglo XVII para mejorar el acceso al recinto.

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