Aparece un muro visigótico del siglo VI en el subsuelo de la Catedral

10/7/10 .- http://www.diaridetarragona.com

La intervención arqueológica que se lleva a cabo en la nave central de la Catedral ha puesto al descubierto elementos muy valiosos para interpretar la evolución de este espacio de Tarragona que podría contener el Templo de Augusto

Un muro visigótico, una moneda de plata de finales del siglo XIII o inicios del XIV y diversas piezas de mármol pertenecientes a un edificio romano son algunos de los elementos que han aparecido a sólo unos centímetros del pavimento medieval de la Catedral.

El equipo de arqueólogos está entusiasmado con la tipología y datación de los restos que aparecen en una cata de siete metros de largo por tres de ancho.

Andreu Muñoz, arqueólogo que representa al Arquebisbat, se ha referido a la importancia que tiene la localización de un muro visigótico del siglo VI justo en el centro de la nave principal de la Catedral. «Hemos encontrado una fase tardorromana y lo sabemos con seguridad porque, incrustado en las piedras, ha aparecido un trozo de cerámica visigótica».

Este muro y otros dos de época medieval podrían estar asentados en los del templo romano. Entre los escombros se han encontrado bloques de cornisas y capiteles asociados a una construcción imperial.

Moneda de plata

Una pieza clave para comprender la evolución de este sector de la colina de Tarragona es una diminuta pieza numismática. Se trata de una moneda de plata acuñada a finales del siglo XIII o inicios del XIV. Podría estar dedicada al rey Jaume II. «Fue el padre de Joan d’Aragó, arzobispo de Tarragona, quien en 1331 consagró la Catedral», informó Muñoz.

La arqueóloga Imma Teixell (Museu d’Història), experta en numismática antigua, remarcó que «la moneda estaba en circulación» en el momento en que alguien la perdió y quedó depositada debajo del pavimento de la Catedral durante siete siglos.

Piezas de mármol

En la cata se han localizado trozos de mármol del siglo I de distinta procedencia, entre los que destacan una cornisa y elementos decorados con motivos florales. «De momento, hemos encontrado cuatro tipos de mármoles, procedentes del Pirineu, Carrara y Grecia». Este dato es importante porque «para los romanos el mármol tiene un componente estético y de poder», dijo Muñoz.

El arqueólogo Josep Maria Macías (ICAC) remarcó que el bloque de mármol griego aporta mucha información. Su extracción «se explota en canteras imperiales del siglo II, por lo que pudo ser utilizado en la restauración del templo que se hizo en época del emperador Adriano cuando estuvo en Tarraco».

Los arqueólogos han empezado a excavar un muro medieval que «podría marcar el inicio del templo romano», indicó Muñoz, quien subrayó que los restos hallados suponen «indicios de que vamos por un camino óptimo».

Las evidencias de ocupaciones de distintas épocas se han obtenido con un rebaje del terreno de poco más de un metro. Faltan otros dos por excavar.

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