Ruinas medievales en el palacio de Vallvert

3/7/10 .- http://www.lasprovincias.es

Las obras en el inmueble noble de la calle del Mar dejarán a la vista pinturas murales del siglo XVII y cerámica valenciana del XVIII
La rehabilitación del edificio del Museo de la Indumentaria saca a la luz un almudín y un alfarje del siglo XIV


El pasado histórico de Valencia siempre depara sorpresas a los arqueólogos. Cualquier excavación en el subsuelo de la ciudad se sabe cómo empieza, pero nunca cómo termina. Esta máxima no escrita se ha vuelto a confirmar con las actuaciones en el palacio del barón de Vallvert, situado en la calle del Mar. El noble edificio albergará el Museo de la Indumentaria a partir del primer semestre de 2011, pero antes de que el inmueble se convierta en espacio expositivo se ha de rehabilitar completamente.
La arqueóloga encargada del proyecto, Paloma Berrocal, explicó ayer las sorpresas que escondía la residencia de los barones de Vallvert. Los trabajos han sacado a la luz un almudín medieval, que guarda características similares con el único existente en la ciudad y que se utiliza como sala de muestras. El almacén de grano, de nueve metros de altura, estaba completamente tapiado. «Este hallazgo obliga a modificar el proyecto del Museo de la Indumentaria. Ahora el espacio del almudín se destinará a una gran sala expositiva», avanzó Paz Olmos, la directora general de Patrimonio, quien aseguró que tal descubrimiento retrasará «al menos cuatro meses» el final de las actuaciones.
El almudín estaba formado por seis arcos apuntados, necesarios para el paso de los carros. La mayoría de los arcos «han sido degollados o tapados», apuntó Berrocal. Del almacén medieval, se tenía conocimiento escrito, según ha podido averiguar la arquitecta. Así, el almudín fue propiedad del Gremio de Sombrereros al que se lo compró el Ayuntamiento en 1573. Al parecer, este espacio se adherió a la casa de San Vicente, que colinda con el palacio de Vallvert.
Sobre la superficie del almudín se ha descubierto, además, un alfarje del siglo XIV. «Se trata de un techo de madera horizontal y entrelazada que se labra y se pinta», detalló Olmos, quien aseguró que sería «el único ejemplo de alfarje medieval encontrado en la ciudad de Valencia». Marcos Roca, un técnico de la empresa Estudios de Métodos de la Restauración (EMR), añadió que del techo, que estaba oculto por un cañizo, se recuperarán sus tonos azul y blanco.
El edificio de la familia Vallvert es «un collage arquitectónico», según el arquitecto Vicente Guallart, responsable del proyecto. El visitante realizará un viaje en el tiempo a través de las estancias del inmueble: del siglo XIV, primera planta, al XX, la última.
Desde hace cuatro años, los técnicos de Estudios de Métodos de la Restauración están consolidando la estructura arquitectónica y recuperando los elementos decorativos (azulejos del siglo XVIII, vigas de madera medievales y pinturas murales del XVIII). «No había riesgo de derrumbe del palacio, pero necesita consolidarlo», avanzó Roca, quien apuntó que se esconderá entre los muros de la residencia una estructura metálica que no estará visible al visitante porque estará en el interior de los muros. Esta actuación es necesaria porque «las vigas ya no tienen la fuerza para soportar el inmueble ni su peso», matizó.
Otra de las sorpresas, pero esta vez desagradable, se produjo en 2005, cuando una banda de ladrones extrajo cientos de azulejos de la cocina del siglo XVIII. «Era muy similar a la del Palacio del Marqués de Dos Aguas», afirmó la arqueóloga. La azulejería fue localizada dos años después en la casa de un particular de l'Alcora (Castellón).
La cocina típica valenciana está ubicada en la segunda planta, junto al salón y a la habitación principal. En estas estancias se recreará la residencia noble de la época (principios del siglo XX), explicó Guallart.
La tercera y última altura estará dedicada a la exposición permanente del Museo de la Indumentaria. La sala, en la que será visible las pinturas murales de las paredes y los suelos hidráulicos, atesorará más de 5.000 piezas sobre la indumentaria valenciana.
Las obras tienen un presupesto de 2,1 millones de euros, que invierte íntegramente la Conselleria de Cultura. Esta institución cumple la última voluntad del barón de Vallvert que donó el edificio para que se convirtiera en un museo. El secretario de la Fundación del Barón de Vallbert, Francisco Vallés, visitó ayer el estado de las obras.

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