«No tenemos ni la tecnología ni el dinero ni el tiempo de los expoliadores»

Pilar Luna Erreguerena Miembro del Consejo Consultivo, Científico y Técnico de la Unesco
«Calculamos que hay más de tres millones de barcos hundidos de todas la épocas, que son objetivo de los saqueadores del mar»


Desde 1982 lleva sumergida en la lucha para la protección del patrimonio cultural subacuático, primero en el país que la vio nacer, México, y después en todo el mundo. Pilar Luna Erreguerena (Tampico, 1960) fue pionera en esta rama de la arqueología, con la que busca descubrir la riqueza cultural prehispánica, que yace escondida en las profundidades de mares, lagos y lagunas. Su amor por el mar y la riqueza patrimonial que esconde el mar la han llevado a recorrer medio mundo. Ahora es investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH-Conaculta, México) y representante de su país en el Consejo Consultivo, Científico y Técnico de la Convención sobre la Protección del Patrimonio Cultural Subacuático de la Unesco.

- ¿Realmente está seguro ante saqueadores o 'cazatesoros' el patrimonio arqueológico subacuático?
- El espíritu de la convención es precisamente conseguir eso, la preservación del patrimonio cultural sumergido. Ello depende de la colaboración binacional, regional e internacional, para no permitir la comercialización del patrimonio cultural subacuático con buscadores de tesoros, a quienes sólo les interesa el oro, la plata y las piedras preciosas. Y aquí venimos a eso, a buscar unas reglas de juego que hagan pensar a los ciudadanos que su patrimonio subacuático está seguro. Pero eso nos llevará toda la vida, hasta que podamos inculcar a todos la concepción de que lo que esconde el mar es patrimonio de la humanidad.

- Esta convención se firma en 2001 y entró en vigor en 2009. ¿Esto quiere decir que a partir de ahora casos como los de Odyssey ya no se volverán a repetir?
- Ojalá pudiera decirte que sí, pero no. Vamos a tener que seguir enfrentándonos a buscadores de tesoros y a todo tipo de gente que lo único que quiere es lucrarse con ese patrimonio. Esos sólo buscan la explotación comercial. El espíritu de la convención es conseguir unir esfuerzos para impedir esto. De ahí a que lo logremos nos llevará mucho tiempo. Ahora sólo somos treinta países los que hemos firmado la convención, pero debemos ser muchos más.

- ¿Qué hay de legal o de ilegal en lo que hace Odyssey?
- Lo que hacen no te puedo decir que sea ilegal, porque si un país autoriza ese expolio no es ilícito. Se tata de un acuerdo bilateral en el que ambos obtienen una recompensa. Pero sí es ilegal cuando esa empresa lo hace sin pedir permiso al país propietario de ese galeón. Nosotros trabajamos para que estos dos casos no se den, y para que reconozcamos que es patrimonio de la humanidad.

- ¿Hay alguna forma legal para luchar contra los 'cazatesoros'?
- Cuando el país implicado ha firmado la convención, depende de los juzgados de La Haya. Pero una cosa es lo que esté escrito en las leyes y otra lo que realmente al final pasa. Desgraciadamente, hay leyes regionales que se quedan pequeñas ante casos como los protagonizados por Odyssey. Lo importante es la educación de los ciudadanos. Tenemos que hacerles entender al mundo entero que lo que hay bajo sus aguas es patrimonio de todos, y todos debemos luchar por conservarlo.

- La arqueología subacuática es la gran desconocida porque los gobiernos no invierten en sacar a la luz ese patrimonio. ¿Cree que las empresas 'cazatesoros' están mejor preparadas?
- El problema es que estas empresas se crean exclusivamente para buscar en los archivos históricos de todo el mundo barcos que llevaban tesoros. A ellos no les interesa ninguna otra embarcación. Incluso contratan a historiadores que los buscan y emplean todo el tiempo que sea necesario. Tienen una tecnología impresionante y están respaldados por muchos inversores. Nosotros no tenemos ni los recursos que ellos tienen ni sus tecnologías ni su tiempo. Ellos dinamitan el tesoro que llevan esos barcos.

- ¿Hay mucho patrimonio español en aguas de su país?
- Mucho. Y casi no se conoce. Hay tanto en el Pacífico como en el Atlántico. Fueron muchos años de navegación de España a la Nueva España y de aquí a Filipinas. En estas rutas México jugaba un papel primordial, con una navegación muy intensa, con cargas muy ricas. Pero lo más importante de ello es la importancia cultural, religiosas y social que se podría conseguir de esos pecios.

- ¿Están contabilizados los pecios hundidos en esas aguas?
- Concretamente, no. La Unesco dice que en todo el mundo hay más de tres millones de barcos hundidos de todas la épocas, que son objetivo de los saqueadores. A nosotros no sólo nos interesan los fenicios, sino todos.

- ¿Qué hay de cierto sobre que entre Cabo de Palos y Mazarrón podría estar un barco hundido con el sarcófago del faraón Micerinos?
- Es algo que muchos arqueólogos subacuáticos defienden pero no está sustentada en ninguna base científica. Yo no te podría decir qué hay de cierto en eso o qué hay de mito. Es muy complicado afirmar algo que aún no ha salido a la luz.