A la antigua Hatra (Iraq) no la visitan

27/8/05 .- AP/Antonio Castañeda

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ENEMIGOS No sólo el efecto corrosivo de factores ambientales ha devastado a las valiosas antigüedades iraquíes. Expertos consideran que probablemente el peor daño fue causado por las explosiones


Un lugar ubicado en un oasis de lo que fue Mesopotamia, en el que se cuenta hacían escala caravanas de camellos que llevaban viajeros entre oriente y occidente, yace en ruinas en medio de un vasto desier to. Soportando el sol implacable aún se conservan parte de sus gigan tescos templos, columnas y arcos, pero a lo que era el centro de la ciudad sólo van los conejos.

Durante 2.000 años, la ciudad de Hatra, estratégicamente situada en un oasis en la Mesopotamia, en la que hacían escala caravanas de camellos que llevaban viajeros entre oriente y occidente rechazó dos veces a los invasores romanos y se hizo famosa por su tolerancia a las diferentes religiones.

Ahora Hatra yace en rui nas en medio de un vasto desierto. Partes de sus gigantescos templos, columnas y arcos siguen de pie bajo el sol implacable, pero lo que era el centro de la ciudad es probablemente visitado más por conejos que por personas.

A su alrededor se alza una nación que todavía lucha por zanjar antiguos agravios en tre distintas religiones y grupos étnicos, en la esperanza de evocar las grandezas de su historia en lo que fue la cuna de la civilización.

Las Naciones Unidas de clararon Hatra como patrimonio de la humanidad, pero poca gente en estos días se arriesga a visitar las ruinas, a 320 kilómetros al norte de Bagdad.

La mayoría de los visitantes son huéspedes de los militares estadounidenses, y un puñado de guardias iraquíes protege el lugar. La mayor parte de la cerca de alambre que lo rodea se ha caído, pero una niña en un vestido brillante aún está disponible para alzar la barrera que da paso a una caravana de autos blindados.


Templos de pie

Dentro del trazado circular de la urbe se alzan varios templos casi intactos dedicados a dioses antiguos, incluyendo un santuario de piedra de dos pisos, dedicado a Shamash, el dios sol.

Aunque muchas reliquias y estatuas fueron llevadas a museos de Bagdad y Mosul en 2003, los visitantes son recibidos por una estatua de una mujer con una túnica. Dicen que posiblemente se trate de la esposa de un rey.

En algunos edificios se ven inscripciones en arameo, el idioma que hablaba Jesús.

Después de la invasión en cabezada por Estados Unidos hace más de dos años, grupos de vándalos saquearon y dañaron inscripciones en los muros de Hatra, dijo en un mensaje por correo electrónico McGuire Gibson, un profesor de arqueología en la Universidad de Chicago.

"El lugar es maravilloso", comentó. "Es notable que hubiese podido existir una ciudad tan grande allí, dependiente de cisternas y de agua de superficie".

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