Vilabrille: «En la Campa Torres no hubo expolio ni atentado contra el patrimonio»

29/4/10 .- http://www.lne.es

El edil de Cultura antepone la agilidad para preservar las piezas halladas en un búnker a la responsabilidad de que estuvieran diez años desaparecidasz

La polémica sobre el inesperado descubrimiento de más de 20.000 piezas de las excavaciones de la Campa Torres «olvidadas» en un búnker del parque arqueológico daba ayer definitivamente el salto del ámbito cultural al enfrentamiento político tras la comparecencia en la comisión de Políticas Integrales del concejal socialista de Educación y Cultura Justo Vilabrille. «Los ciudadanos de Gijón pueden estar tranquilos y convencidos de que nuestro patrimonio cultural y arqueológico está en buenas y sensibles manos. No hay expolio ni atentado al patrimonio», sentenciaba Vilabrille a la salida de una comparecencia donde «se limitó a decir que para el gobierno todo está bien, que aquí no hay negligencia y que no ha pasado nada; pero para el PP hay muchas responsabilidades que determinar», matizaba el popular Manuel Pecharromán.

De hecho, el PP ya ha llevado el caso a la fiscalía y solicitado al gobierno local todos los contratos vinculados a los yacimientos arqueológicos de Campa Torres. Pecharromán también denunciaba ayer que el equipo de gobierno municipal no había informado en ningún momento a la Junta Rectora de la Fundación Municipal de Cultura del hallazgo en la Campa Torres, ni de sus posteriores gestiones, en el año largo transcurrido desde su descubrimiento y el conocimiento público por los medios de comunicación.

Justo Vilabrille centraba ayer sus explicaciones en desviar posibles responsabilidades de la cancha de juego del Ayuntamiento en dirección a la Consejería de Cultura y a los arqueólogos que estuvieron al tanto de las excavaciones -el ya fallecido José Luis Maya y el recién nombrado director del Museo de Grandas de Salime, Francisco Cuesta- y en reivindicar el especial cuidado que se tuvo en preservar este patrimonio arqueológico una vez hallado. Pero no fue capaz de llenar todas las lagunas de una historia rocambolesca ni de poner nombre y apellido a los responsables de las posibles irregularidades.

Una reordenación de espacios en el Parque arqueológico-natural de Campa Torres, inaugurado en 1995, realizada en marzo del año pasado dio con un almacén de material que estaba en un paso subterráneo al que se accedía por una puerta oculta tras unas estanterías. Allí estaba el resultado de todas las excavaciones arqueológicas realizadas entre los años 1989 y 2000. Las piezas de las excavaciones realizadas entre 1978 y 1988 habían seguido el camino marcado hacia el Museo Arqueológico, que las devolvió a Gijón al abrirse el Museo de la Campa Torres. «Ningún responsable técnico o político de este Ayuntamiento tenía constancia de esta desaparición», aseguró Vilabrille. Una empresa contratada por el Ayuntamiento ha inventariado el material; 8.322 registros de material selecto y 330 cajas de material general.

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