Cerámica árabe de la Alcazaba luce en la exposición 'Fascinados por Oriente'

1/4/10 .- http://www.ideal.es

Se exhibe en el Museo Nacional de las Artes Decorativas, en Madrid, hasta el 20 de junio para volver a las Casas Árabes del 2º recinto

Desde las Casas Árabes del segundo recinto del Conjunto Monumental de la Alcazaba, de Almería, hasta el Museo Nacional de las Artes Decorativas, de Madrid. Así puede definirse el recorrido del viaje que una pieza de cerámica procedente de sus excavaciones arqueológicas ha realizado para formar parte de la exposición 'Fascinados por Oriente', que se puede ver en esa institución hasta el 20 de junio.
La pieza, que sin exhibiciones como éstas podría pasar casi desapercibida, habría sido realizada directamente para el mercado árabe, a la vista del texto escrito que luce en esta lengua, según las investigaciones realizadas en los años 60 del siglo pasado por el doctor en Geografía e Historia, Juan Zozaya. Tras haber estado depositada en el Museo Arqueológico de Almería, en el año 2005 se rescató para integrarla en el proyecto de musealización de las denominadas Casas Árabes.

Ruta de la seda

Aparte de resaltar su importancia en sí, la presencia de la pieza de la Alcazaba en esta exposición confirma el papel que Almería, como una de las puertas de Oriente, tuvo en la denominada Ruta de la Seda, de 6.000 kilómetros, y de la que dan testimonio, entre otros elementos, varios fragmentos de porcelana china, que se descubrieron en las excavaciones realizadas entre 1941 y 1943 en el palacio de la Alcazaba y que, en principio, resultaron tan extraños que estuvieron a punto de ser desechados por considerarse loza moderna. Más tarde, han sido investigados por arqueólogos como Juan Zozaya y Fernando Valdés y, como detalles, se sostiene que la porcelana -vasija fabricada a molde y de arcilla especial sometida a altas temperaturas- fue uno de los productos más valiosos en el Occidente durante la Edad Media, tanto que era sinónimo de China. De hecho , en árabe 'china' es porcelana el nombre de ese país.
Las piezas halladas en la Alcazaba -y que forman parte del grupo escaso de ejemplares de toda la Península (diez registradas)- pertenecen a dos vasijas distintas. La primera era un cuenco moldeado en forma de flor y en un borde interior lleva una inscripción en árabe de imposible lectura. Se considera que se trata de una producción específicamente destinada al mercado islámico por alguien que imitó la grafía pero sin conocer el idioma. La datación se fija a finales del siglo X. Posterior -finales del XI o comienzos del XII, por tanto, del reino independiente de Almería- es la segunda pieza, que presenta decoración incisa propia del 'estilo ching pai'.
De acuerdo con estos datos, Almería había conocido desde siglos antes la ruta y, por tanto, todas las relaciones que conllevaba, sobre todo las económicas, que abrió Marco Polo en la segunda mitad del siglo XIII cuando las comunicaciones con la Europa medieval volvieron a restablecerse y cuando se cimentó tanto una de las riquezas de Venecia como una de las mayores leyendas que no fue más, desde algunas perspectivas, que un redescubrimiento por Europa de un recorrido y de unas mercancías que habían tenido presentes ya otras ciudades.

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