Evitan la desaparición de una ermita románica del siglo XIII de la Figuerosa

29/3/10 .- http://www.lamanyana.es/

El Ayuntamiento de Tàrrega ha realizado un intervención de urgencia para consolidar los restos de la ermita románica del núcleo de El Talladell, agregado al municipio.

“Con ello, se ha iniciado un proceso para evitar la desaparición de una de las pocas muestras del arte románico que tenemos en el término municipal de Tàrrega”, según el arqueólogo del Museu Comarcal, Oriol Saula.
Lo que queda de un pequeño templo del siglo XIII amenazaba derrumbarse y por ese motivo los arqueólogos municipales han llevado a cabo una intervención de urgencia para poder conservarlo.
Se han consolidado los muros y tapado los agujeros de la estructura. También se ha realizado la catalogación de las piedras que antiguamente formaban la cubierta que ha desaparecido con el paso del tiempo.
Con anterioridad, hace unos diez años, se había actuado en una pequeña intervención para consolidar los restos y evitar el derrumbe, así como limpiar todo el entorno del inmueble.
Estas medidas tienen un carácter provisional mientras se planifica una intervención definitiva. Las obras han supuesto un presupuesto de 16.632 euros a cargo del Fondo Estatal de Inversiones del año 2009.
“A partir de ahora, se trata de redactar un proyecto global de restauración que pueda llevarse a cabo en diversas fases según las posibilidades económicas” explicó Saula.
El Castell
Las obras han estado supervisadas por uno de los más prestigiosos restauradores italianos, Adriano Casagrande, que tiene una vinculación con el municipio de Tàrrega.
“Él trabaja habitualmente en Italia aunque se desplaza hasta nuestra ciudad por cuestiones personales, por lo que hemos aprovechado su amistad para recibir asesoramiento técnico”, explica Saula. El restaurador intervino en la consolidación del muro sur del castillo que se encontraba en una situación muy peligrosa, puesto que con los años se había retirado tierra de la base.
“El castillo era y aún es un gigante con pies de barro, puesto que tiene unos muros de 3 metros de ancho y, sin embargo, una base muy deficiente”, explica el arqueólogo.
Precisamente uno de los proyectos más inminentes, por su necesidad, es el de continuar la restauración de los muros de la zona oeste. La parte superior es del siglo XIX, de la Guerra Carlista, aunque la base es de la época medieval.
“El conjunto se encuentra en un estado muy precario y nos preocupa la situación ante posibles consecuencias”, explica el arqueólogo.

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