La Junta, acorde con el entierro de los restos de la plaza de toros pero rechaza su traslado

12/8/05 .- Ideal/R. Mendoza /L. Ubago

La Junta valora, resuelve y exige. El Ayuntamiento sopesa y propone y espera. Y mientras tanto, la decisión a cerca de qué se hará con los restos de la plaza de toros del siglo XVIII hallada en el subsuelo de la avenida de la Constitución, durante las obras del aparcamiento subterráneo y el bulevar, no se tomará hasta septiembre. Lo que resta de mes de agosto se tomará como periodo de reflexión, pero las posturas de ambas administraciones comienzan a arrojar luz sobre el asunto.


Por el momento, una de las propuestas que Urbanismo había barajado en los últimos días empieza a quedar en un segundo plano. El enterramiento de los restos so pena de perder una planta del futuro aparcamiento, para conservarlos pero no a la vista, no disgusta a la delegación de Cultura de la Junta. «No vemos inconveniente. Nuestro interés es el de la conservación. Si se hace adecuadamente, no nos oponemos», dijo ayer el delegado de Cultura, José Antonio Pérez Tapia.

La respuesta pública a la idea lanzada por Gerardo García Royo, el concejal de Urbanismo, no ha sorprendido al susodicho. Dice que lo esperaba. Pero ahora, y según declaró ayer a IDEAL tras conocer la postura de la Junta, retrocede en esta idea y apuesta por el plan original, apelando «a la ilusión» y a la «necesidad» que la ciudad tiene de este proyecto.


Los plazos, la clave

Uno de los factores que alienta esta postura del Ayuntamiento es el tiempo que, según ya se sabe, tardarían los expertos en retirar piedra a piedra los restos para que se construya el aparcamiento. Pérez Tapia afirmó que se necesitan tres meses como máximo. García Royo dijo que esto «constituye un elemento importante a tener en cuenta en la búsqueda de una solución».

Donde las posturas dejan de encontrarse es en la ubicación de estos restos. La Junta de Andalucía ya ha tomado una decisión y es tajante al decir que «descarta el traslado de los restos» a un lugar de la capital que no sea su emplazamiento original. El delegado de Cultura manifestó que su exposición descontextualizada no tendría ningún sentido.

Por ello, el estudio del proyecto debe, a ojos de la Junta, encauzarse hacia la integración de los restos en el bulevar y a la vista de los ciudadanos.


Desencuentro

García Royo no tiene tan claro este punto de vista. Según declaró ayer a IDEAL, no tenía «datos suficientes sobre la valoración cultural del hallazgo o el lugar idóneo para conservar los restos al no haber recibido ningún informe de la Junta acerca de esto». Pero la administración autonómica sí ha tomado ya una decisión sobre este aspecto.

De cualquier modo, el delegado de Cultura en Granada, José Antonio Pérez Tapia, recordó que es el Ayuntamiento quien debe resolver, sin perder de vista la obligación de conservar los restos. El concejal, por su parte, emplazó la solución al mes de septiembre. Con todo, no se descarta que la obligación de mantenerlos en el bulevar y compatibilizarlos con el entorno haga girar la veleta de nuevo.


La valoración

Sobre el valor cultural y arqueológico de los restos que han salido a la superficie, el delegado de Cultura no dejó lugar a dudas con sus declaraciones realizadas ayer en rueda de prensa. Manifestó que le molesta la trivialización y ridiculización del hallazgo. «No estamos ante cuatro piedras. Es necesario aumentar la concienciación colectiva sobre estos asuntos, sobre todo en una ciudad como Granada», reclamó el delegado.

En cuanto a los informes realizados por los técnicos, estos califican el hallazgo de «gran interés para el análisis de la historia del urbanismo granadino», además de reseñar que es la tercera plaza de toros de España, tras la de Madrid (1754) y la de Sevilla (1761).

«Plazas del siglo XVIII no hay ninguna en Granada y el aparcamiento puede ir en cualquier otro lugar», dijo Pérez Tapias, quien subrayó que la voluntad de Cultura es la de colaborar y dialogar con el Ayuntamiento «ya que en el fondo las posiciones no son tan distantes y ambos intereses se pueden aunar».

Por último, el delegado concluyó con que la importancia de los restos -no sólo cimientos, sino solerías, restos de alzados y estructuras emergentes- no reside sólo en su monumentalidad sino en su significado. Por ello, resolvió la conservación y puesta en valor.

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