Arqueólogos de la USC destapan pruebas del pasado compostelano en el castillo de A Rocha Forte

7/8/05 .- ABC/Erika Montañés - Santiago

Escudriñar la historia compostelana se torna más fácil, desde hace cuatro años, con los relevantes descubrimientos que levantan los equipos de Arqueología que trabajan en la fortaleza de A Rocha Forte, situada a unos tres kilómetros del centro de la capital gallega. En esta cuarta campaña, y aunque las exploraciones permiten vislumbrar una década más de tareas continuadas, se han obtenido hallazgos de jugosa trascendencia: un sistema de canalización de aguas, un pozo y grandes lienzos de muralla de la cara sur del castillo del Bajo Medievo. Y eso sólo hasta el momento.

Para «inaugurar» estos «importantes descubrimientos», ayer se desplazaron hasta el lugar de estudio el alcalde compostelano, Xosé Sánchez Bugallo, y los responsables de las obras de excavación, la ex directora general de Patrimonio, Raquel Casal, y el catedrático de Arqueología de la Universidad de Santiago (USC), Fernando Acuña. Ambos directores de las obras no se andaron con remilgos, y tras valorar los hallazgos (el sistema de aguas es fiel reflejo, para Casal, de la importancia que tenía la higiene en este castillo en una época -siglos XIII al XV- en la que no era habitual este tipo de construcciones; mientras Acuña se encargó de destacar el fragmento encontrado de lienzo de muralla con restos de cal, porque demuestra que «el aspecto de la construcción en la época era muy diferente» a como ha sido hallado), solicitaron al nuevo Gobierno gallego una política renovada de Arqueología que se fundamente en la investigación, ya que, al entender de los expertos, se vienen primando las obras públicas y la exploración de los yacimientos queda reducida a actuaciones rápidas y muy concretas.

Las previsiones estiman en que esta cuarta fase de trabajo en A Rocha Forte se volcará al estudio del foso de la fortaleza medieval, en una zona de unos 200 metros cuadrados en el área externa de lo que, a priori, parece ser el recinto colindante del castillo, que hizo las veces de guarida para los obispos compostelanos allá por la decimotercera centuria.

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