Nuevos hallazgos avalan el ensanche de la medina islámica de Daniya

13/2/10 .- http://www.lasprovincias.es

Las excavaciones realizadas en las calles Colón y Quevedo confirman la ampliación prodigiosa de la medina andalusí en el siglo XII

El subsuelo urbano de Dénia ha vuelto a hablar para desenterrar sus secretos mejor guardados. Y en esta ocasión, ha confirmado una hipótesis crucial para la arqueología andalusí de Daniya al desvelar que, a mediados del siglo XII, la medina islámica contó con una ampliación de su perímetro que sobrepasó las murallas del recinto fortificado.
Una teoría sin documentar hasta llegar a las excavaciones realizadas en una parcela de la calle Colón, 8 y la calle Quevedo, 22. Allí se han descubierto los cimientos de una muralla andalusí, una calzada y viviendas que significaron el «desarrollo de costosas obras de aterramiento y saneamiento» de la ampliación de la antigua medina, según explica el respectivo informe del director del Museu Arqueològic, Josep A. Santonja, sobre las conclusiones de estas excavaciones.
Unos trabajos llevados a cabo bajo la dirección técnica de Carlos Monforto y la supervisión del Museu.
Sólo se sabía, según el testimonio del cartógrafo musulmán Al-Idrîsi, que hace más de 8 siglos la medina andalusí de Daniya era «muy populosa y bella». De aquella ciudad sólo existe documentación de los datos recopilados por la práctica de la arqueología urbana en el subsuelo dianense y convirtiéndose así, en una de las pocas ciudades de Al-Andalus que han generado información significativa en las últimas décadas.
Así, los 'tesoros' desenterrados muestran unas casas con tres crujías (similares a las de la tipología documentadas en el Arrabal). Es decir, casas de tres partes; una de tránsito largo que da acceso a las piezas que habría en los lados; la vivienda, y otra que correspondería a un amplio patio central, con pozo y alcorque para plantas y árboles. Algunos patios tuvieron norias de tracción humana para sacar agua y abastecer el hogar, con un sistema hidráulico de limpieza de letrina.
Las viviendas exhumadas se situarían hacia los años 1250-1270, y su abandono hacia 1244, cuando Dénia se incorporó a la Corona de Aragón, que significó la destrucción de la Medina.
De estas casas destaca por su singularidad, según Gisbert, el aumento del uso de la piedra tallada (toscas) en las jambas de los portales, en los andenes perimetrales de los patios y hasta en los muros.
Otro hecho no menos sugerente surgido de esta excavación, son los pavimentos cerámicos con ladrillos de modulación exclusiva, dispuestos a soga y tizón, que cubren los andenes e interior de las principales estancias.
Entre otras piezas descubiertas en el solar, se ha recuperado también una basa de columna bien tallada en piedra caliza que es «una pieza cerámica excepcional y de indudable belleza» que será restaurada para su exposición.
Además ha salido una orza de cuerpo piriforme (con forma de pera), con decoración impresa a molde, en relieve, cubierta de vedrío (sulfuro de plomo), originariamente azulado posiblemente. Los motivos que ornamentan son vegetales ataurique (tipo árabe) y lacerías (lazos de adorno), además de arquitectónicos, con sucesión de arquitos en forma de lóbulo. Son piezas escasísimas.
Así, la 'lectura' de estas piedras ahora destapadas, certifican un urbanismo de traza casi ortogonal, de densas manzanas regulares con casas de dos plantas y patio central y de calles rectas con redes de saneamiento. Toda una historia.

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