Pambre remata su largo Medievo
13/2/10 .- http://www.lavozdegalicia.es
Cultura negocia con los nuevos dueños la compra de la fortaleza, y el alcalde de Palas anuncia la posibilidad de que pueda ser visitada desde julio
El día primero de julio próximo puede acabar el oscurantismo medieval al que todavía está sometida la fortaleza de Pambre, en Palas de Rei. Además de haber sido la única que se libró de ser arrasada por los Irmandiños, su anterior dueño también la mantuvo al margen de las miradas de los curiosos, de los turistas, de los vecinos, de los estudiosos y de la propia legislación sobre el patrimonio histórico, que obliga a abrir al público los bienes de interés cultural al menos en determinadas fechas.
Tras fallecer el año pasado su dueño, el conde de Borraxeiros, un personaje tan pintoresco como el título de su condado, el castillo lo heredaron los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres. Esta comunidad realiza en Vigo una reconocida labor social y va camino de que en A Ulloa también le reconozcan su sensibilidad cultural. Desde que tuvieron conocimiento de la herencia, que incluye otras propiedades del conde, los frailes mostraron su disposición a venderlo, porque están a tres velas y con muchas necesidades, pero también dejaron clara su preferencia por que pase al patrimonio público.
Ahora el alcalde de Palas, Fernando Pensado, acaba de confirmar que están en marcha negociaciones entre la Xunta y la comunidad religiosa y que van por buen camino. El objetivo es la compra de la fortaleza, pero el mandatario local considera que antes de que finalice el proceso ya se puede aplicar la obligatoria apertura al público, aunque sea de forma precaria y no incluya la visita al interior de las edificaciones, que resultaría peligrosa debido al deterioro. Es más, al estar en año jacobeo, Pensado dice que no tiene sentido que la apertura del castillo se realice cuando remate la etapa fuerte de peregrinaciones. Considera que una buena época para tan esperado acontecimiento es a principios de julio.
El alcalde, que nunca consiguió establecer una relación institucional con el conde, sí tiene contacto con los nuevos propietarios. También recibe información de la Consellería de Cultura, por lo que los plazos que da son con reservas pero con fundamento. Matiza que la apertura será solo para ver la fortaleza desde el interior de la muralla y fotografiarla. Incluso podrá haber paneles informativos.
Celoso guardián de la puerta
El conde de Borraxeiros, que había comprado la fortaleza hace más de dos décadas, siempre se mantuvo distante tanto de la gente de Palas como de sus dirigentes políticos. Durante años una familia de la parroquia de Pambre era la única que tenía acceso al interior del recinto amurallado, aunque no con carruajes y caballos, sino con vacas y carros del país, porque aprovechaba los pastos que rodean el castillo. Algunos visitantes ocasionales que intentaron aprovechar la apertura de la puerta principal para husmear en el patio de armas salieron malheridos, no por lanzas o espadas, sino por los dientes de un perro que se bastaba para defender la torre.
Tampoco tuvieron más éxito las asociaciones culturales de la comarca ni otros colectivos que llevaron a cabo diversas iniciativas, incluidas manifestaciones para conseguir que se cumpliese la ley y que el dueño lo abriese al público en determinadas fechas. Hace dos años Cultura le abrió un expediente, pero murió el expedientado.
El día primero de julio próximo puede acabar el oscurantismo medieval al que todavía está sometida la fortaleza de Pambre, en Palas de Rei. Además de haber sido la única que se libró de ser arrasada por los Irmandiños, su anterior dueño también la mantuvo al margen de las miradas de los curiosos, de los turistas, de los vecinos, de los estudiosos y de la propia legislación sobre el patrimonio histórico, que obliga a abrir al público los bienes de interés cultural al menos en determinadas fechas.
Tras fallecer el año pasado su dueño, el conde de Borraxeiros, un personaje tan pintoresco como el título de su condado, el castillo lo heredaron los Hermanos Misioneros de los Enfermos Pobres. Esta comunidad realiza en Vigo una reconocida labor social y va camino de que en A Ulloa también le reconozcan su sensibilidad cultural. Desde que tuvieron conocimiento de la herencia, que incluye otras propiedades del conde, los frailes mostraron su disposición a venderlo, porque están a tres velas y con muchas necesidades, pero también dejaron clara su preferencia por que pase al patrimonio público.
Ahora el alcalde de Palas, Fernando Pensado, acaba de confirmar que están en marcha negociaciones entre la Xunta y la comunidad religiosa y que van por buen camino. El objetivo es la compra de la fortaleza, pero el mandatario local considera que antes de que finalice el proceso ya se puede aplicar la obligatoria apertura al público, aunque sea de forma precaria y no incluya la visita al interior de las edificaciones, que resultaría peligrosa debido al deterioro. Es más, al estar en año jacobeo, Pensado dice que no tiene sentido que la apertura del castillo se realice cuando remate la etapa fuerte de peregrinaciones. Considera que una buena época para tan esperado acontecimiento es a principios de julio.
El alcalde, que nunca consiguió establecer una relación institucional con el conde, sí tiene contacto con los nuevos propietarios. También recibe información de la Consellería de Cultura, por lo que los plazos que da son con reservas pero con fundamento. Matiza que la apertura será solo para ver la fortaleza desde el interior de la muralla y fotografiarla. Incluso podrá haber paneles informativos.
Celoso guardián de la puerta
El conde de Borraxeiros, que había comprado la fortaleza hace más de dos décadas, siempre se mantuvo distante tanto de la gente de Palas como de sus dirigentes políticos. Durante años una familia de la parroquia de Pambre era la única que tenía acceso al interior del recinto amurallado, aunque no con carruajes y caballos, sino con vacas y carros del país, porque aprovechaba los pastos que rodean el castillo. Algunos visitantes ocasionales que intentaron aprovechar la apertura de la puerta principal para husmear en el patio de armas salieron malheridos, no por lanzas o espadas, sino por los dientes de un perro que se bastaba para defender la torre.
Tampoco tuvieron más éxito las asociaciones culturales de la comarca ni otros colectivos que llevaron a cabo diversas iniciativas, incluidas manifestaciones para conseguir que se cumpliese la ley y que el dueño lo abriese al público en determinadas fechas. Hace dos años Cultura le abrió un expediente, pero murió el expedientado.
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