Un historiador revela que la iglesia de Peñalba es posterior al siglo X (León)

5/2/10 .- http://www.diariodeleon.es

Asegura que el monasterio se construyó «ex novo» y fue espacio de un solo monje

Dice el historiador Artemio Martínez Tejera que en Peñalba de Santiago aún hay muchos secretos que esperan ser desvelados. El historiador está a punto de publicar una investigación sobre el monasterio que puede dar una respuesta a muchas de las cuestiones que aún son una incógnita.

Martínez Tejera destaca que la investigación ha deparado algunas sorpresas que ya se habían intuido pero que no habían podido ser corroboradas por falta de argumentos arqueológicos. Entre ellas, el historiador destaca que Santiago de Peñalba, tal y como lo vemos hoy en día, al menos su fábrica, responde definitivamente a un único impulso constructivo. Es decir, toda la iglesia (contraábside incluido) fue construida de una sóla vez. «Nada indica ampliaciones ni adiciones, ni siquiera en el caso del contraábside. Otra cosa es su extraordinaria ornamentación exterior e interior, esta última en parte ya relacionada con la miniatura de los Beatos de la segunda mitad del siglo X», explica.

Por otro lado, el investigador hace hincapié en el hecho de que Santiago de Peñalba fue, en un principio, un monasterio al uso, es decir un espacio para monjes solitarios. «Con el paso de los años, y muy especialmente por la acción del obispo astorgano Salomón y del rey Ramiro II (931-951), se convirtió en un cenobio, en un espacio en el que los monjes hacían vida en común», añade.

Fundación. Además, Artemio Martínez Tejera muestra en la obra su pretensión por esclarecer el origen del edificio, que desde el punto de vista documental no está nada claro. «Me he vuelto a preguntar (cómo ya lo hiciera en mi tesis doctoral) si la iglesia de Peñalba que ahora podemos admirar en todo su esplendor es la iglesia de Genadio, y todo apunta a que la actual iglesia de Santiago (y San Martin) de Peñalba no surgió, por mandato del obispo Genadio», descarta el historiador. Para él, el que hoy contemplamos no es el edificio fundado por Genadio, para el «orden monástico» entre el 911 y el 920, aproximadamente, sino otro posterior.

Recuerda el investigador que su primera intención fue publicar en 2005 las monografías de los dos edificios de los que se ocupó en su tesis doctoral dedicada al monasticismo en tiempos del obispo Genadio, de lo que se conocía como monacato mozárabe, a finales del reino astur y principios del reino de León. Pero por cuestiones de tiempo sólo le fue posible sacar adelante la monografía de Escalada.

Explica además que la lectura de su tesis doctoral coincidió con las actuaciones, restauradoras y arqueológicas, que la Fundación del Patrimonio Histórico de Castilla y León estaba llevando a cabo en Santiago de Peñalba. «Es decir, todo mi trabajo se basó en el análisis puro y duro del edificio y de la documentación conocida hasta entonces», manifiesta. Destaca así que si quería escribir una monografía sobre Santiago de Peñalba tenía que esperar un tiempo para conocer los resultados que habían deparado dichas actividades y reflexionar sobre ellas. «Algunos de estos resultados no han aparecido hasta fechas muy recientes, de ahí que me decidiera hace unos meses a escribir la historia de este extraordinario edificio», revela.

Y es que, como ocurría con Escalada, la construcción de Peñalba también carece de un estudio monográfico, si bien la literatura al respecto era mucho menor que la existente para Escalada, sin duda porque en este último se había «investigado» mucho más y había más elementos de juicio: casi una veintena de restauraciones y varias campañas arqueológicas. «Sin embargo de Peñalba, hasta las recientes actuaciones emprendidas por la Fundación de Patrimonio, sólo se conocía lo que teníamos delante de nuestros ojos, la documentación relativa a su historia, que como suele ser en estos casos, resulta muy reducida y conflictiva, los datos de algunas intervenciones y, sobre todo, los trabajos, entre otros, de Gómez-Moreno, Quintana Prieto, Martínez Fuertes, Menéndez Pidal y José María Luengo», resalta el historiador.

Noticias relacionadas

Comenta la noticia desde Facebook

Comentarios

No hay comentarios.