Un molino medieval escondido en Orriols (Valencia)

14/1/10 .- http://www.lasprovincias.es

Noticias
La nueva escuela de la Universidad Popular integra ramales de la acequia de Rascanya y las ruedas donde se molía el trigo
La reforma de una alquería descubre restos del siglo XIII


Estar contemplando una rueda de molino del siglo XVI mientras se escucha música de una clase de aeróbic no es algo común, aunque sí ocurre en la calle Santiago Rusinyol, en el barrio de Orriols. La reforma de la alquería de Albors como una de las sedes de la Universidad Popular ha descubierto un tesoro arqueológico.
Toda una estructura nacida gracias al agua de la acequia de Rascanya y que dio servicio al Monasterio de San Miguel de los Reyes, según apuntó el arquitecto encargado de la restauración, Manuel San Juan. En los últimos tres años, tras recibir el encargo de Ayuntamiento, ha coordinado un equipo que destapó poco a poco un molino en activo hasta unos años antes de la Guerra Civil. La alcaldesa Rita Barberá visitó ayer el inmueble, en funcionamiento desde octubre, y alabó el resultado de la inervención, además de anunciar que entrará a formar parte de la red de museos.
En realidad se trata de un conjunto de tres alquerías, todas recayentes a la misma calle. El molino recae a la parte izquierda, mientras que en el centro funciona local de Juventud y la tercera es propiedad privada.
De momento se han inscrito algo más de 380 alumnos en una veintena de cursos de enseñanza no reglada. Todas las zonas recuperadas en la alquería son visitables y sus hallazgos obligaron a hacer un «replanteamiento general» del proyecto, según figura en la documentación facilitada a LAS PROVINCIAS.
El subsuelo está atravesado de estrechos corredores, que desembocan en una sala donde se prolongaba una parte del molino. En la guerra civil fue utilizada como refugio por algunas personas perseguidas, según constataron después distintos testimonios.
Aunque los restos más antiguos proceden del siglo XIII, la alquería sufrió modificaciones a lo largo de siglos posteriores, con lo que la construcción actual es mucho más moderna. La memoria arquitectónica también habla del hallazgo de restos de la decoración cromática de las fachadas, del siglo XVIII y perdida por completo.
Los materiales que han quedado a la vista más utilizados en la restauración son paneles de madera y cristales, que contrastan con las paredes de piedra que han quedado a la vista. En la parte trasera también es visitable un patio que hacía las veces de antigua cuadra.
La inversión municipal ha ascendido a cuatro millones de euros, según desveló en el último pleno el concejal socialista Juan Ferrer. El presupuesto se ha modificado varias veces, al surgir en la investigación arqueológica continuos hallazgos de gran valor patrimonial. Barberá defendió este aspecto, cuestionado por el grupo socialista acerca del plan del Cabanyal. «Nadie nos tiene que enseñar a conservar el patrimonio, como se ha visto claro en esta alquería».

Noticias relacionadas

Comenta la noticia desde Facebook

Comentarios

No hay comentarios.