García del Toro: «Ojalá fuera Indiana Jones; estos hallazgos sí son el arca perdida»

«Ujaldón, Iniesta y Arqueotec están incapacitados. Hay que cubrir los restos para impedir que la lluvia los destruya»
Javier García del Toro, Profesor de Historia en la UMU


Personaje singular y de ego monumental, el profesor Javier García del Toro, decano por antigüedad de los arqueólogos de la Universidad de Murcia, se ha erigido en Quijote del patrimonio histórico en peligro. Con la renuncia gubernamental a construir el parking de San Esteban -por los restos árabes que él vaticinó- cree haber derribado el mayor de los molinos.

- ¿Se siente hoy más cerca de su ídolo, Indiana Jones?
- Ojalá fuera Indiana Jones. No soy un guaperas, como Harrison Ford, ni tengo látigo ni dólares. En la Universidad no dan dólares para investigar. Pero los ladrillos 'bailaos' de Ribat-ar-Risaqa sí son el Arca Perdida y ayer [por antes de ayer] fue el día más feliz, arqueológicamente, de mi vida. No he pegado ojo en toda la noche, pues esta excavación me ha causado el más largo sufrimiento, incluso depresiones.

- Tras dar guerra con Joven Futura y San Esteban, ¿se ha instaurado usted como contrapoder?
- Si el poder es insensible, anti histórico y anti patrimonio, sí, estaré enfrente. Lo he estado desde hace 35 años, en los que hemos retrocedido en defensa de la arqueología.

- Ha sido el líder espiritual de las protestas contra las obras del parking. ¿El Jomeini de la Plataforma por la Defensa del Patrimonio de San Esteban?
-No. Yo soy anti integrista. Hay que excavar, ver y decidir siempre. No todo hay que conservarlo. Por ello en su día emití informes para que se tapara la muralla árabe frente al Romea, porque era un elemento común y muy conocido. Pero lo que ha surgido en San Esteban es absolutamente singular, no hay otro barrio árabe en España.

- Pese al reconocimiento popular, no cuenta con el apoyo de sus colegas de la Universidad.
- La Universidad es una burbuja disociada de la sociedad. No he tenido ningún apoyo, me han ninguneado y me han amonestado por hacer declaraciones sin permiso.

- ¿Se podía prever un hallazgo de tal magnitud?
- Nunca. Pero en 2005 sí que anticipé que, según la documentación de Alfonso X, en la zona habían dos mezquitas y varios palacios.

- ¿Hubo o no hubo manicomio?
- Claro, pero la mitad de los muros ya eran árabes a cota -1. Habrían sido reaprovechados por el manicomio y fueron desmochados por la maquinaria pesada de la mala praxis arqueológica. Los muros que ahora vemos podrían tener hasta cuatro metros, porque las columnas que han aparecido sostenían edificios de dos plantas.

-¿Cómo conservar los restos?
- Inmediatamente: instalar bombas de agua para impedir que la lluvia pueda derruir los muros y poner pérgolas de plástico para cubrir los restos mientras prosigue la excavación, a la que le queda, al menos, un año para llegar al suelo de todas las casas.

- ¿No perderían así los ciudadanos la visión del yacimiento?
- Durante meses esto ha sido un Guantánamo con doble valla ocultadora. Ahora se podría colocar una gran pasarela de madera desde donde se podría explicar el yacimiento.

-¿Cómo hallar los restos del siglo XII sin retirar nada?
-Es mentira. No hay siglo XII. En el XII hubo un reaprovechamiento de las construcciones del XI. Al igual que la Alhambra es de cuatro califas. Del XII pueden aparecer restos artísticos, pero no es lo que hay que buscar. Lo importante del yacimiento es la estructura urbana y lo más valiosos, la cloaca.

-El arrabal se extiende más allá del recinto de San Esteban. ¿Hay que seguir excavando?
-No. Hay que acondicionar lo encontrado. Es suficiente y fantástico. Dentro de la iglesia de San Esteban sí se podría excavar el suelo para después acristalarlo y mostrar los restos, como en la Catedral.

-La polémica ha destapado un mundo de arqueólogos politizado y sometido a la dependencia de los poderes públicos y las empresas constructoras. ¿Podremos confiar en sus estudios?
-Evidentemente no. Los informes han estado totalmente presionados por la política. Ujaldón [director general de Bienes Culturales], Ángel Iniesta [jefe de Arqueología de la Comunidad] y la empresa Arqueotec, dúctil y maleable, están incapacitados para volver a entrar al yacimiento. No deberían ni retirar sus herramientas. El asesino no puede volver a la escena del crimen. Debe ser contratada una empresa por concurso de méritos, no a dedo.