Un libro recopila casi 1.500 marcas de los canteros románicos en Navarra

10/11/09 .- http://www.diariodenavarra.es

- El vecino de Ansoáin Simeón Hidalgo Valencia ha examinado 125 edificios "piedra a piedra"
- De las 1.489 marcas con que los canteros "firmaban" las piedras que labraban, sólo aparecen repetidas 125


Es el resultado de una docena de años de trabajo, de una labor que nació como mera curiosidad, siguió como afición concienzuda y ha acabado en forma de libro de dos tomos que pretende llenar un hueco en la investigación del románico navarro. Simeón Hidalgo Valencia, vecino de Ansoáin de 60 años, presentó ayer Canteros románicos por los caminos de Navarra,una recopilación de las casi 1. 500 marcas de canteros que ha encontrado en los cerca de 125 edificios románicos que ha recorrido a lo largo de toda Navarra. Las marcas de cantero eran algo así como una firma con la que distinguían su labor los trabajadores que labraban las piedras de las iglesias y otros edificios románicos. Su finalidad no está clara. Algunas hipótesis las interpretan como un método para determinar cuántas piedras había trabajado un determinado cantero y, por tanto, poder calcular cuánto debía cobrar. Sin embargo, hay también quien baraja incluso significados simbólicos secretos, relacionados con el Temple y otras órdenes religiosas.

Simeón Hidalgo no aporta una solución al enigma. Tampoco lo pretendía. Lo suyo es más un catálogo, un registro concienzudo de todas las marcas de cantero que ha podido encontrar a lo largo de doce años de búsqueda. "De las 1.489 marcas, sólo se repiten 125, que son precisamente las que más aparecen en otras comunidades".

Desde una escuela taller

Su historia tiene mucho de peculiar. Hace una docena de años, Hidalgo apenas sabía que existían marcas de cantero. Entonces trabajaba como coordinador de formación en la Escuela Taller del Ayuntamiento de Pamplona, que incluía un módulo dedicado a la cantería. Así llegó a conocer el arte del tallado de la piedra y de su importancia en el arte. "Era algo que coincidía con mi preparación (estudié Geografía e Historia en la UNED) y con mi afición al arte. Además, el románico siempre me ha interesado. Tiene algo que te atrae, que te mete en un mundo trascendente y algo misterioso", explica Hidalgo.

La cantería le llevó al románico y el románico le condujo a las marcas. "Al principio miras ese arte de forma global, pero conforme visitas edificios te fijas en detalles. Ves que existen marcas, que las hay aquí y allá, y te preguntas qué son. Y un día leí en un libro, el de El arte en Navarraque distribuyó Diario de Navarra, que faltaba por hacer ese trabajo ingente, el de recoger las marcas de cantería".

El impulso definitivo lo encontró en el Camino de Santiago, hace una década. "A lo largo del recorrido descubrí infinidad de marcas, y las fui recopilando por mera afición. Pero cuando regresé decidí hacer esa labor en Navarra". Aprovechando tiempos muertos, recorrió 125 edificios y los miró "piedra a piedra". Encontró marcas en casi 70. "Se habrán escapado algunas. Al fin y al cabo, las habrá tapadas por retablos, por confesionarios... Pero las que he encontrado son representativas". Hidalgo las calcó "para reflejar su forma y tamaño", recogió dónde y cómo estaban colocadas y después las comparó y catalogó, en una labor de despacho que le "llevó mucho más que el trabajo de campo".

Podía haber seguido, seguramente durante mucho tiempo. Pero en los últimos años su corazón le ha dado dos sustos. "Me di cuenta de que esos diez años de trabajo podían perderse y decidí editar el libro por mi cuenta. No quiero ni dinero ni fama, sólo darlo a conocer, sin más". De hecho, ha lanzado una tirada muy reducida, de 50 ejemplares, que vende al precio de 60 euros.

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