Juan Karlos López-Mugartza recoge 30.000 topónimos de los valles de Roncal y Ansó

5/11/09 .- http://www.diariodenavarra.es

Es profesor de la UPNA, y ha trabajado en esta recopilación los últimos 20 años
- Ha hallado en Aragón muchos nombres de lugar en euskera, y cree que la pérdida de esta lengua allí es medieval


uan Karlos López-Mugartza Iriarte ha visto culminar una labor de 20 años con la publicación del libro Erronkari eta Ansoko toponimiaz (Toponimia de los valles de Roncal y Ansó). Esta obra de 741 páginas recoge 30.000 topónimos de una zona en la que mugan Navarra y Aragón, y da fe de que muchos nombres de lugar del valle de Ansó (provincia de Huesca) provienen del euskera. "Son topónimos bastante arcaicos, y se ve que la pérdida del euskera en este territorio es medieval.

Se dejó de hablar porque sus habitantes dejaron de ver esta lengua como una seña de identidad propia, pasando a creer que era una lengua de otros territorios. Esperemos que aquí no llegue a pasar", afirmó ayer en la presentación del libro.

En este acto, estuvo arropado por Xabier Azanza, presidente del Instituto Navarro del Vascuence, y Andrés Urrutia, presidente de la Real Academia de la Lengua Vasca-Euskaltzaindia, instituciones que han cofinanciado la edición dentro de la colección Mendaur. La tirada consta de 1.000 ejemplares, y el libro, escrito en euskera, se vende por 20 euros en librerías, el Fondo de Publicaciones del Gobierno y la web de Euskaltzaindia. Se acompaña de un CD con documentación añadida, y un mapa de ubicación de topónimos.

López-Mugartza, pamplonés nacido en Zaragoza, tiene 48 años, se licenció en Filología Vasca en 1985 y es doctor por la Universidad del País Vasco desde 2006, año en que defendió su tesis, que es precisamente la recopilación de topónimos ahora editada. En 1990 se incorporó a la Universidad Pública de Navarra (UPNA), donde es profesor titular del área de Filología Vasca e imparte estudios de Lengua, Literatura y Didáctica.

En euskera y romance

"Estudiar la toponimia de estos dos valles era interesante al ser una zona en la que se encontraban el euskera antiguo y un territorio en el que ya se había perdido. He ido a lo seguro. Sabía que iba a encontrar material", explica el autor. "No tengo ascendencia en la zona, pero sí que tenía cierta implicación personal con el proyecto, al tener familia tanto en Navarra como en Aragón", agregó.

"Sobre el euskera de Ansó, pensaba que sería parecido al roncalés, al ser un valle contiguo, pero los datos dicen lo contrario. Debió de desaparecer antes de que el de Roncal evolucionara", afirma. "Además, es curioso, porque en Aragón se decía que había topónimos en euskera porque hubo vascos viviendo allí, pero no había conciencia de que sus antepasados hablaran esa lengua", añade.

Los topónimos, muchos de los cuales son derivaciones de otros, proceden tanto del euskera como del romance navarroaragonés. Por ejemplo, del primer caso están "Errotalaze", en Uztárroz, o "Lizardoia" en Ansó. Del segundo, por su parte, hay topónimos como "Los Linares", en Burgui, o "Matamachos," en Ansó.

Para recopilarlos, Juan Karlos López-Mugartza ha buceado en archivos de ambos valles y su entorno: en Navarra, ha revisado los municipales del valle de Roncal, el de la Junta general del valle, el archivo de protocolos de Pamplona, y el Archivo General de Navarra; en Aragón, el archivo de Ansó; y en Francia, los archivos departamentales de Pau, y archivos municipales de Larrau y Santa Engracia (Zuberoa), Arette y Lanne-en-Baretous (Baretous), y Lees-Athas, Lescun, Borce y Urdos (Aspe).

"Muchos topónimos que he encontrado se han perdido, pero los he podido ubicar en el mapa a través de referencias espaciales de otros vigentes. Si el libro puede ser interesante para filólogos, el mapa también para montañeros", dice.

El autor recordó a su profesor y director de tesis, Henrike Knörr, ya fallecido, y agradeció la ayuda de colaboradores y entidades que han financiado el proyecto.

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