La paternidad del castillo de Gauzón: una polémica estéril

Los directores del equipo arqueológico que trabaja en el peñón de Raíces puntualizan las declaraciones de Vicente José González (Las palabras de Vicente Jose González pueden verse en http://www.arqueologiamedieval.com/noticias/4239/el-castillo-de-gauzon,-disputa-de-paternidad

ALEJANDRO GARCÍA E IVÁN MUÑIZ ARQUEÓLOGOS Desde que don Vicente José González García emprendió una campaña de prensa para reclamar su papel como descubridor del castillo de Gauzón hemos tratado de mantenernos al margen y guardar un educado silencio en orden al respeto que este investigador nos merecía. Sin embargo, el tono adquirido por sus últimas declaraciones nos obliga a escribir un artículo que siempre hemos tratado de evitar.

Lo más doloroso de la actitud de don Vicente José es la ingratitud demostrada hacia el actual equipo arqueológico de las excavaciones, que siempre mostró un talante de reivindicación pública de su figura. Cuando en el año 2001 el Ayuntamiento de Castrillón emprendió el proyecto de actuación arqueológica consideramos un deber contar con su participación como miembro del consejo asesor, al lado de otros investigadores, pese a que las intervenciones arqueológicas de don Vicente José habían sido duramente criticadas por la comunidad arqueológica. Este mero acto suponía una verdadera reclamación de su papel en el yacimiento por nuestra parte. En las dos primeras campañas se le ha recibido cortésmente y se le ha hecho partícipe de los avances. Por otro lado, en los artículos y estudios firmados por nosotros hasta la fecha se han destacado sus trabajos. Este respeto hacia sus labores ha llegado al grado de dedicarle capítulos enteros de las memorias arqueológicas en los que se recogían y describían todos sus descubrimientos y acciones.

El actual Consistorio de Castrillón y el equipo arqueológico no tienen la culpa de la poca repercusión de los trabajos de don Vicente José hace 30 años, que le han llevado a acumular tres décadas de resentimientos. Si en aquel entonces no fue objeto de un reconocimiento público se debió a que una parte de la comunidad científica, como él mismo ha expuesto en alguna ocasión, entendió que sus trabajos habían sido irregulares y que habían dañado al yacimiento.

En sus últimas declaraciones don Vicente alude al libro que le fue publicado en el año 2007 por el Ayuntamiento de Castrillón, efectivamente, durante la Alcaldía de don José María León Pérez, y que emplea como punto fuerte de sus reclamaciones, pero no explica las circunstancias que rodearon su edición. Por una parte, el hecho de que dicha publicación fuera recomendada al Consistorio por nosotros mismos para que este investigador hiciera públicos sus hallazgos y su interpretación del yacimiento, defendiéndose de las críticas vertidas hasta la fecha. Este acto suponía, además, el requisito para que don Vicente José entregara oficialmente los materiales arqueológicos que aún guardaba en su casa.

La redacción de este artículo ha resultado obligada por las propias declaraciones de don Vicente José, declaraciones que resultan aún más injustificadas cuando, como hemos dicho, el actual equipo arqueológico ha tratado desde el año 2001 de reconocer públicamente lo que es de justicia: que don Vicente José González García fue el primer arqueólogo que excavó, entre 1972 y 1977, en el peñón de Raíces, descubriendo diversas estructuras del castillo.

De la superficie excavada hasta la fecha en el yacimiento, un 40% corresponde a zonas exploradas por don Vicente y este 40% ha tenido que ser laboriosamente reexcavado de nuevo debido a la acumulación de tierras, escombreras de su excavación, derrumbes, basuras y maleza originada por el abandono del yacimiento, documentándose por primera vez de forma científica y milimétrica cada elemento y tratando de interpretarse su funcionalidad. Por otra parte, el hecho de que durante las excavaciones de don Vicente se vaciaran los rellenos arqueológicos sin haber realizado la documentación pertinente ha provocado que muchas estructuras quedaran descontextualizadas y su datación sólo pueda ser acometida con enormes dificultades hoy en día.

El 60% restante de la superficie conocida es fruto de las intervenciones actuales, y estos trabajos actuales son los que han permitido establecer la secuencia histórica del yacimiento, sujeta, por supuesto, a las variantes que puedan aportar nuevos datos en las próximas campañas. Éstas son las labores que fundamentan el análisis metódico de la fortaleza y sus circunstancias, cuyo esfuerzo corresponde al actual equipo arqueológico.

Las críticas de don Vicente a la interpretación de algunos aspectos del castillo son totalmente respetables y las agradecemos, como hemos agradecido otras observaciones y críticas constructivas de los investigadores que han visitado el yacimiento. El debate científico es enriquecedor siempre que se lleve a cabo en términos de respeto. En cuanto a la posibilidad de que exista ocupación castreña de época prerromana o romana, algo en realidad planteado ya desde el siglo XIX y repetido desde entonces por toda la historiografía -incluidos nosotros-, es un viejo anhelo que esperamos poder confirmar en las próximas campañas.

Este tipo de polémicas son tan desagradables como estériles. No hemos buscado jamás entablar disputa y la consideramos zanjada. Por ello mismo, apelamos a la prudencia de don Vicente para que no trate de enturbiar la marcha de un proyecto que ha conciliado la ilusión y las esperanzas de muchas personas y permita que el equipo arqueológico desarrolle los trabajos sin más.

Finalmente, resulta desatinado atribuir una paternidad individual al descubrimiento del castillo de Gauzón, puesto que en este descubrimiento ha participado una larga lista de historiadores desde el siglo XVI hasta nuestros días. En cuanto a la atribución de una paternidad sobre la recuperación de la fortaleza, ésta no corresponde ni a don Vicente José ni al actual equipo arqueológico, sino al pueblo y a las instituciones públicas de Castrillón y de Asturias, quienes con su iniciativa y su esfuerzo han hecho posible el rescate patrimonial de este inestimable yacimiento arqueológico.