Marbella: Sin arqueólogo municipal

8/10/09 .- http://www.latribunademarbella.com

La Arqueología posee rango científico, encargándose del estudio de los monumentos y de los objetos del pasado a través de sus restos. Son muchas las ciudades que cuentan con un arqueólogo municipal; algunas de ellas muy cercanas a Marbella.

También en esta ciudad, durante el periodo de la Gestora, estando Paco Moreno al frente de la Delegación de Cultura, hubo un arqueólogo municipal, quien no contó con tiempo suficiente para que los frutos de su trabajo pudieran verse.

Somos muchos los que no entendemos que una ciudad (gran ciudad, desde hace unos meses) carezca de un experto en esta materia. Recientemente la Asociación Cilniana para la conservación del patrimonio homenajeó (nombrándole socio de honor) a don Carlos Posac, pionero en los estudios e investigaciones arqueológicas en Marbella y autor de la única guía arqueológica del término municipal, obra hoy difícil de encontrar y pendiente de que la Delegación de Cultura inicie la tarea de reeditarla. Dado el valor histórico que la obra tiene en sí misma, creo que sería adecuado recurrir al procedimiento facsímil. También sería muy recomendable reimprimir igualmente los libros de don Antonio Maíz Viñals y don Fernando Alcalá, todos ellos agotados, a excepción de la “Crónica de Marbella”.

Un arqueólogo profesional y dedicado a ello en jornada completa sería la garantía de que podría aquilatarse (ponerse en valor, en lenguaje actual) el patrimonio arqueológico de Marbella y su término municipal. Más del que podríamos pensar de entrada. Contándose con un arqueólogo municipal se podrían solicitar (y habría obligación de concederla) la subvención para elaborar la Carta arqueológica del término municipal que concede la Junta de Andalucía.

Un arqueólogo podría redactar una guía actualizada de los monumentos y restos y se encargaría además de supervisar que se respeta la normativa existente cuando se procede a la realización de obras, aunque simplemente se trate de levantar una calle. El patrimonio arqueológico de Marbella sigue siendo un gran desconocido para los propios habitantes de la ciudad y, sin duda, para los que nos visitan.

No puede decirse que sea Marbella una ciudad monumental, pero lo que existe tiene suficiente identidad como para constituir un atractivo turístico más. Basta con salir a cualquier pueblo (y si es de un país europeo mucho más) para comprobar cómo los ayuntamientos intentan sacar el máximo partido a cualquier vestigio del pasado, por muy insignificante que pueda parecer.

No sé si algún partido político de los que han postulado gobernar el Ayuntamiento de Marbella ha llevado en alguna ocasión la creación del puesto de arqueólogo municipal; tampoco creo que sea un punto que diese votos masivamente porque el grueso de la ciudadanía no se moviliza ni por subidas injustificadas de tasas de obligado abono y mucho menos lo haría por la existencia o no de un arqueólogo.

Creo que el nivel de una ciudad se mide también por la atención que presta a su patrimonio y en la nuestra hemos estado bajo mínimos, habiéndose producido un verdadero expolio (caso de la demolición masiva del antiguo caserío de la colonia del Ángel). Posiblemente en los difíciles tiempos actuales (en los que para casi nada hay dinero público) la ausencia de arqueólogo no quite el sueño, pero conviene no olvidarlo para cuando la bonanza regrese.

Noticias relacionadas

Comenta la noticia desde Facebook

Comentarios

No hay comentarios.