El Carpio, historia de un torreón medieval

24/9/09 .- http://www.elmundo.es

Hay ocasiones en que las carreteras que unen pueblos y ciudades te regalan intuiciones y sorpresas. Sucede a veces que pasamos por ellas con demasiada rapidez como para darnos cuenta de lo que dejamos a un lado y a otro del asfalto y sus señales de tráfico. Pero otras veces nuestros ojos se escapan ante un puñado de casas blancas y un castillo dominador y altanero que vigila el horizonte y que de algún modo parece cuidar nuestros pasos.

La Autovía de Andalucía, desde que comienza allá por Despeñaperros hasta que termina en aguas gaditanas del Atlántico, deja a su lado pueblos y paisajes de un encanto insospechado. No reparamos en ellos por descuido o por prisa. Mal hecho. Basta llegar a ellos, recorrerlos, andarnos y descubrir perspectivas desconocidas que la carretera y nuestro vehículo ocultaban asidos a la protección de nuestros cristales y nuestro volante.

El Alto Guadalquivir

El Carpio se halla en la provincia de Córdoba, a un lado del río Guadalquivir que riega huertas, campos de labranza y olivares. Si venimos del norte dejamos a nuestra derecha los azulados relieves de Sierra Morena, montañas de mediana altura brozadas de encinas y alcornoques que descienden con docilidad hasta una campiña generosa, mansa y horizontal. Al igual que otros muchos pueblos de esta provincia, El Carpio fue ante un asentamiento romano. Pero la historia coincide en decretar su fundación en el año 1325, cuando terminaron las obras de construcción de la torre de Garci Méndez de Sotomayor, un caballero descendiente de los conquistadores cristianos de estas tierras que se enfrentaron a las huestes árabes hasta vencerlos y arrinconarlos en el no lejano reino nazarí de Granada. El pueblo creció en torno a la torre y la fortaleza extendida a sus pies. La torre, tan visible como un faro desde muchos kilómetros a la redonda, configuró un modelo de pueblo fortaleza que con los años fue sumando un caserío apiñado, bien dispuesto, ordenado en una aparente asimetría en las faldas de un cerro que se eleva a un lado del río mayor de Andalucía. La torre sigue presente. Ha sido restaurada y acoge en su interior las huellas de un pasado de frontera y señorío. Su estilo mudéjar muestra sus pilares de argamasa y ladrillo, en forma de prisma rectangular. Su autoría quedó al descubierto al ser hallada una lápida de alabastro con el nombre del maestre Mahomat, del año 1325. Hoy aquella lápida se guarda en el palacio de las Dueñas de Sevilla.

Plaza de la Constitución

Al lado queda la plaza de la Constitución donde se halla la iglesia de la Asunción y el Ayuntamiento. A sus pies se halla el Palacio Ducal, conocido también como de los Marqueses de El Carpio. Su construcción se inició en 1671, pero fue ampliado durante todo el siglo XVII. En la actualidad, se utiliza como equipamiento municipal de carácter sociocultural. La plaza de la Constitución es el centro histórico de El Carpio. A la sombra de la torre de Garci-Méndez se halla el Ayuntamiento y la iglesia consagrada a Nuestra Señora de la Asunción. Fue construida en mampostería, en ladrillo y en piedra molinaza, una roca rojiza que caracteriza también a los monumentos de la vecina ciudad de Montoro. Posee tres naves y cuatro tramos, crucero y cabecera rectangular. En la cripta, una de las partes más veneradas y queridas del templo, se hallan enterrados los Señores de El Carpio. Pero El Carpio también posee otros monumentos repartidos en torno a su casco histórico como el teatro municipal, adosado a la torre del Homenaje, en el llamado callejón de Graneros. Sus sótanos, de hecho, fueron utilizados como depósitos y almacén de la primitiva y desaparecida fortaleza. No lejos de aquí se halla capilla del Colegio de Nuestra Señora de la Piedad y de San Isidro, construida a mediados del siglo XVIII, siguiendo el ejemplo de la mejor arquitectura popular barroca de la bella y siempre tentadora provincia de Córdoba.

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