Perezagua: "Conservar los restos no significa que haya que eliminar una calle" (Toledo)

TOLEDO. Las obras de remodelación y mejora de las calles del entorno del Alcázar, en concreto la de Alféreces Provisionales, han puesto al descubierto restos arqueológicos escondidos bajo el pavimento, en concreto en una zona que a partir del mes de noviembre será la entrada al Museo del Ejército.
Ante el hallazgo de los restos, correspondientes a la muralla islámica que rodeaba la ciudad, el Ayuntamiento ha decidido acatar lo dictado por la Dirección General del Patrimonio de la Junta, y catalogarlos, para más tarde taparlos y continuar con las obras de la calle y terminar de acondicionar el acceso al Museo del Ejército.
Ante las críticas de la oposición municipal, que insta al alcalde, Emiliano García-Page, a paralizar «de inmediato» las obras de la calle y poner en valor los vestigios hallados, el concejal de Movilidad y Seguridad Ciudadana, Rafael Perezagua, declaró ayer a ABC que «las dos cosas son compatibles». «Durante muchos siglos», dijo, «el progreso de esta ciudad se ha desarrollado sin dañar su legado histórico».
En su comunicado, el PP manifiesta su «sorpresa» por la actitud del alcalde y critica su «pérdida de sensibilidad» en temas patrimoniales por continuar adelante con las obras en Alféreces Provisionales: «La credibilidad que demuestran con estas actitudes el Ayuntamiento y la Junta es nula, ya que ellos mismos denunciaban que el Partido Popular no defendía el patrimonio arqueológico de nuestra ciudad, ante la situación que se vivió en Vega Baja y ahora se limitan a destruir y tapar los restos aparecidos en esta obra». Son palabras de la edil del PP y ex concejal de Urbanismo, Mari Paz Ruiz, quien se ve así sorprendida por el hecho de que «se haya hecho una excavación total de la calle sabiendo que había restos arqueológicos de valor».
«Esperamos que se convoque de inmediato la Comisión de Urbanismo para tratar este tema y así evitar retrasos en la ejecución de la obra ya que somos sensibles a que es una vía urbana de gran movilidad en la ciudad y los retrasos serían perjudiciales a la dinámica diaria de los vecinos y visitantes», concluyó la edil del PP.
En su respuesta a la protesta de la oposición, Perezagua añadió que «no encuentro ningún fondo, ninguna base, para poder asumir esta crítica. La del PP no es una observación afortunada. Además, fue ella misma (en referencia a Mari Paz Ruiz)quien hace años reclamaba esta obra».
El concejal dijo también que «han aparecido unos restos y se van a conservar de acuerdo a las directrices de la Dirección General del Patrimonio. Conservar los restos no significa que haya que eliminar una calle. Los restos se van a cubrir adecuadamente», una calle que, «por cierto -añadió, en declaraciones a ABC el portavoz del equipo de Gobierno municipal, Rafael Perezagua- es la calle principal de acceso al Museo del Ejército, nada más y nada menos».
Y zanjó así la polémica: «Lo que plantea la Dirección General del Patrimonio es que se conserven los restos, igual que se han conservado durante siglos debajo del suelo. Y eso es lo que vamos a hacer», recalcó.
A su juicio, el debate sobre la forma de lograr exhibir los restos de la muralla islámica sin cerrar la calle al tráfico «no tiene demasiado sentido» porque «un gran número de vehículos circula por esta vía, incluídos autobuses urbanos. El peso de este tránsito sería insoportable para cualquier mampara o estructura acristalada que permitiera observar la muralla desde arriba, por lo que la única posibilidad sería no permitir la circulación. Esto dificultaría el acceso al Museo del Ejército, que tiene situada su entrada principal en la calle, y congestionaría el tráfico de esta parte del casco urbano de la ciudad».