Los descubrimientos, el gran atractivo turístico en Alarcos

Alarcos es uno de los focos de atracción turística más cercanas a Ciudad Real y de las pocos de estas características que existen en los alrededores. Sin embargo, y a pesar de su proximidad, para muchos de los vecinos de la provincia, este parque arqueológico es un auténtico desconocido.

El cerro de Alarcos constituye en la actualidad uno de los conjuntos arqueológicos más espectaculares de Castilla-La Mancha, por su extensión y por la importancia de sus restos ibéricos y medievales. Además, forma parte del Parque Arqueológico de Alarcos-Calatrava.

El castillo se encuentra en lo más alto, construido sobre una plataforma artificial. Su planta es rectangular y tiene nueve torres, siete cuadradas y dos pentagonales en la parte delantera. Fue ocupado por íberos, romanos, visigodos y árabes.

En 1195 tuvo lugar aquí una gran batalla, la Batalla de Alarcos contra los almohades, en la que Alfonso VIII tuvo que huir herido en una pierna. Tras la contienda, Alarcos y su entorno quedaron en poder almohade, lo que retrasó la Reconquista varios decenios.

Esta Batalla tuvo lugar en la llanura que hoy se extiende entre Alarcos y Poblete.

“Los árabes se despliegan para perdición del pueblo cristiano. Una innumerable multitud de flechas sacadas de los carcajes de los arcos vuela por los aires y enviadas hacia lo incierto, con golpe certero hieren a los cristianos”. (Crónica Latina de los Reyes de Castilla). Hoy, los trabajos arqueológicos, han permitido recuperar una parte importante de los restos de aquella batalla, que constituyen un conjunto único en Europa.

Avances arqueológicos
Una de las principales atracciones con las que cuenta este parque arqueológico son los continuos avances y hallazgos que se producen al retirar montones de tierra sobre el yacimiento.

Según apuntaba Antonio de Juan, director del parque arqueológico, “hay visitantes que vienen verano tras verano, simplemente para ver qué nuevos descubrimientos hemos realizado”.

Uno de ellos, que una de las guías que trabaja en el parque nos explica son las dos partes de un asentamiento ibérico. Ambas zonas aun deben ser unidas, pero es necesario retirar montones y montones de tierra, “será entonces cuando este yacimiento será asombroso”, aseguró De Juan.

Hubo otras excavaciones curiosas como el descubrimiento de una habitación que había sido quemada, donde aparecieron todo tipo de instrumentos caseros en “perfectas” condiciones y además se encontraban in situ.

Destaca la importancia de una zanja construida por las personas de la ciudad medieval en la que tras la batalla de Alarcos, en las tierras próximas a la ciudad, enterraron a los fallecidos y a los animales muertos. Al sacar la tierra, además de los esqueletos, se encontraron las armas con las que habían sido matados. Antonio de Juan cuenta como anécdota que encontraron un cadáver de burro con más de 15 armas clavadas.

Pero hasta contemplar un hallazgo se ha seguido un duro trabajo con distintas fases: la excavación e investigación de la zona, la restauración de lo encontrado por parte de la escuela taller y la musealización. Es en esta última donde el visitante puede encontrar en el museo los hallazgos. Y precisamente en este espacio, donde una maqueta recrea la batalla de Alarcos, así como hogares almohades y medievales, hay fotografías que ilustran la evolución de las excavaciones que llevan realizándose desde 1984.

Además, y para facilitar la visita a discapacitados, desde este museo puede verse todo lo que ocurre en el yacimiento.

“Desde el yacimiento de Alarcos se da una profesionalidad a los guías, lo que muestra una calidad de turismo cultural realmente importante, tanto en Alarcos como en el resto de los castillos de Castilla-La Mancha”, apuntó el director de Alarcos.

Los guías trabajan a favor de los visitantes y es admirable el trabajo que realizan, puesto que adaptan sus conocimientos al tipo de gente que visita el yacimiento; dependiendo del nivel cultural que tenga cada grupo de visitantes que desde la organización los sitúan.