La Junta exige conservación arqueológica para iniciar las obras de la Plaza Mayor de Guadalajara

La Junta exige una serie de requisitos de conservación arqueológica para que Gestesa pueda iniciar las obras del parking de la Plaza Mayor.
Siempre que sea técnicamente viable, deberán conservarse los elementos más significativos de dos bodegas encontradas para que puedan ser contempladas por los ciudadanos en el propio aparcamiento

La Delegación de Cultura, Turismo y Artesanía ha comunicado esta misma mañana al Ayuntamiento de Guadalajara la resolución sobre las excavaciones que se venían realizando en la Plaza Mayor, una vez examinada toda la documentación relativa a la excavación y habiendo sido ésta analizada por la Comisión de Patrimonio. Según la resolución emitida esta misma mañana, las obras del aparcamiento subterráneo de la Plaza Mayor de Guadalajara podrán comenzar siempre que se cumplan determinados requisitos destinados a proteger algunos de los elementos hallados en los trabajos de excavación. En concreto, siempre que sea técnicamente viable, tanto desde el punto de vista de conservación de los restos arqueológicos, como de la realización de la obra civil, deberán conservarse e integrarse en el proyecto de aparcamiento los elementos más significativos de dos de las bodegas encontradas, de modo que puedan ser contempladas por los ciudadanos en el propio aparcamiento. Estos trabajos deberán llevarse a cabo previa presentación de un proyecto específico, que será aprobado por la Delegación de Cultura, Turismo y Artesanía. Asimismo, deberá extraerse uno de los hornos hallados, con su consiguiente proyecto de consolidación, restauración y traslado al Museo de Guadalajara.

Con el fin de valorar cronológicamente los hornos y los restos humanos hallados, deberán realizarse dataciones de Carbono 14 a los restos humanos y dataciones arqueomagnéticas a los hornos. También deberá realizarse un análisis carpológico (semillas) de las muestras de esta naturaleza recogidas en los silos. Además, la resolución determina que se deberá efectuar un control y supervisión arqueológica directa de todos los movimientos de tierras que se realicen durante las obras, ante la posible aparición de nuevos restos.

Los trabajos arqueológicos realizados en la Plaza Mayor han comprendido distintas fases desde su inicio en septiembre de 2008. En primer lugar se ha realizado un exhaustivo estudio histórico-documental, tanto de la bibliografía existente como de los distintos archivos que contenían información sobre el pasado de este espacio público tan representativo. Posteriormente se realizaron varios sondeos arqueológicos para valorar los elementos arqueológicos que pudieran hallarse en el subsuelo y finalmente se ha realizado una excavación en área de toda la superficie que va a verse afectada por las obras del parking, en torno a 1400 metros cuadrados.

Una vez finalizadas estas actuaciones, la empresa constructora ha entregado con fecha de 24 de julio de 2009 en la Delegación de Cultura, Turismo y Artesanía, toda la documentación referente a las estructuras y materiales arqueológicos que han sido hallados durante el transcurso de la excavación. Los elementos arqueológicos documentados abarcan desde época medieval hasta las últimas remodelaciones realizadas en la plaza durante el s. XX. Todas las remodelaciones urbanísticas sufridas en éste área a lo largo de los siglos, han supuesto que los restos se encuentren muy alterados por las continuas remociones de tierra. Es precisamente, durante el S. XVI cuando, cuando se remodela este espacio urbano para la construcción de un moderno edificio que albergara la Casa Consistorial. Para ello, habrían de derribarse los edificios existentes y debió de procederse al nivelado de los terrenos de toda la zona. A esta remodelación corresponde probablemente la desaparición de la Ermita de Santo Domingo, de la que no se ha encontrado resto alguno durante las excavaciones. Por último, durante época moderno-contemporánea y especialmente en el siglo XX, las obras de urbanización e instalaciones (cableado eléctrico, canalizaciones de agua, alcantarillado, centro de transformación eléctrica subterráneo, depósito subterráneo de gasoil, etc.) alteraron aún más el registro arqueológico de la plaza.

Atendiendo a su orden cronológico los restos documentados se concretan en:

Época Medieval (siglos X - XV):
Los restos más antiguos corresponden a época islámica, entre los siglos X y XI. Los restos se concretan en silos de almacenamiento y basureros excavados en la arcilla del subsuelo, destacando también tres hornos y un aljibe también excavados en la arcilla.

Los materiales que se han hallado en estas estructuras suponen uno de los conjuntos cerámicos más singulares de época islámica hallados hasta el momento en nuestra provincia, tanto por su calidad como por su número. Destacan piezas con decoración pintada, vidriada y cuerda seca, que se aplican a cuencos, cazuelas, tinajas, jarras, candiles, cantimploras, lebrillos, o ataifores, que se han encontrado en excelente estado de conservación.

De igual modo se han recuperado tres enterramientos humanos, cuya ubicación en esta zona cuenta por el momento con difícil explicación, ya que no estaban acompañados de material arqueológico alguno y sus fosas fueron excavadas directamente en la arcilla.

Época Moderna (siglos XVI - XVIII):
Los restos de esta época son en su mayoría los escombros producidos por el derribo y nivelación de los edificios que existían en ese momento en la plaza. Las únicas estructuras arqueológicas conservadas, son los restos de las paredes de las bodegas o sótanos de dichos edificios, construidas en piedra y ladrillo. Estas estructuras subterráneas son bien conocidas en la ciudad de Guadalajara, ya que su utilización se ha mantenido hasta la actualidad, conservándose todavía en uso muchas de estas bodegas en el Casco Histórico de la ciudad.

De esta época son también algunos pavimentos de cantos rodados y algunas atarjeas o canalizaciones de agua construidas con tubos de cerámica que atraviesan la plaza.

Época Contemporánea (siglos XIX y XX):
De esta etapa se han encontrado restos de antiguos elementos que componían la plaza: pavimentos, escalones, una plataforma de hormigón que sustentaba una estatua, además de las ya comentadas instalaciones urbanas de agua, luz, etc.