El 80% de los castillos de la Comunitat son ya propiedad municipal

Los alcaldes han recuperado el patrimonio para darle uso público
El precio pagado oscila desde unos céntimos a tres millones de euros

La imagen que se guarda en la memoria de ciudades como Peñíscola, Xàtiva, Cullera o Alicante resultaría muy diferente sin la silueta de un castillo recortando su horizonte. Las antiguas fortalezas, las casas solariegas o los palacetes que pueblan los rincones de la Comunitat se han convertido durante las dos últimas décadas en objeto de deseo para las instituciones públicas. Se trataba de rescatar un patrimonio en muchos casos abandonado a su suerte por diversas circunstancias, aunque la económica sea la principal razón de ese forzado abandono.
Y muchos ayuntamientos valencianos -prácticamente todos- se pusieron manos a la obra, aunque la obra en muchos casos amenazara ruina. Los consistorios se han esforzado en comprar aquellos castillos o palacios instalados en su término municipal para darles un uso público. Una labor que se ha saldado con éxito pues a día de hoy casi el 85% de estos edificios monumentales son municipales.
Un ejemplo que ilustra perfectamente esta corriente es el castillo de Alaquàs. Una magnífica edificación del siglo XIV declarada monumento histórico y artístico ya en 1918. La fortaleza estuvo en manos de la familia Lassala el pasado siglo. Pero la recuperación del castillo como espacio público fue una de las primeras reivindicaciones del pueblo con la llegada de los ayuntamientos democráticos. Algo que no se consiguió hasta que el pleno de la corporación del 13 de junio de 2002 aprobó la expropiación del castillo y solicitó a la Generalitat su urgente ocupación. El Consell, bajo la presidencia de José Luis Olivas, dio su aprobación el 19 de noviembre. Posteriormente se llegó a un acuerdo con la familia Lassala para indemnizarles con 3, 1 millones de euros.
También en 2002, el Ayuntamiento de Aielo compra el palacio del Marqués de Malferit a la familia Mercader, propietarios desde el siglo XIX. «Se trata de un edificio del XV que ha sido remodelado en varias ocasiones. Ahora lo ocupan las dependencias municipales, el objetivo de la compra», dice la secretaria municipal.
En 1998 el Ayuntamiento de Olocau se hizo con la propiedad del Castell, también conocido como la Casa de la Señoría, que pertenecía a los condes de la localidad desde el siglo XVIII. La alcaldesa, Ascensión Arnal, afirma que «costó 53 millones de pesetas y del proceso de rehabilitación se hizo cargo la Diputación. Actualmente se usa como sala de exposiciones». Dos años antes, en 1996, fue Benisanó quien logró la titularidad de uno de los castillos cargado con más historia de toda la Comunitat. En las mazmorras de la fortaleza, a menos de 20 kilómetros de Valencia, estuvo preso el rey de Francia, Francisco I. Enemigo del emperador Carlos V, fue hecho prisionero en la batalla de Pavía (1525) y encerrado en Benisanó. En 1996 se firmó el acuerdo de compra-venta por el entonces alcalde del municipio, Serafín Castellano, y el presidente de la Generalitat Eduardo Zaplana con el director de Caja Madrid.
Bétera negoció en 1995 la compra del castillo de la localidad (siglo XVI) con los marqueses de Dos Aguas, propietarios del edificio que en aquel momento amenazaba ruina. Y debió negociar bien el consistorio o los marqueses ser muy generosos porque el pueblo se quedó con la propiedad del edificio por el simbólico precio de una peseta (aún no existía el euro). El actual alcalde, J. Manuel Aloy, se muestra satisfecho de aquella operación: «Fue una feliz iniciativa. Hubo que invertir mucho en su restauración porque estaba en muy mal estado. Pero ahora disponemos de biblioteca, juzgado de paz, servicios sociales...incluso el salón de plenos está instalado en el castillo», comenta.
Albaida se hizo con la propiedad del palacio de los Milà i Aragó (siglo XVI) y desde 1994 está siendo sometido a obras de restauración. Uno de los ayuntamientos pioneros en la compra de palacios fue Albalat del Sorells que en los 50 adquirió una joya arquitectónica del gótico civil.