Tolerancia y convivencia en Córdoba y Al-Andalus en la Edad Media

6/6/09 .- http://www.abc.es

por José Luis Corral Lafuente (Escritor y catedrático de Historia Medieval)

ESTA misma semana el presidente de Estados Unidos, el omnipresente Barack Obama, ha realizado una gira por Oriente Medio y ha dejado unas declaraciones que han levantado una sonora controversia. Barack Obama, que tiene trabajo más que de sobra intentando rehacer lo que demolió George Bush de modo tan insensato, ha puesto a «Andalucía» y a Córdoba como ejemplos de «convivencia y tolerancia entre musulmanes, judíos y musulmanes», introduciendo un desliz histórico notable al decir que esto ocurrió «durante la época de la Inquisición».
Buena parte de los pseudohistoriadores revisionistas, aquellos que hacen presentismo con la historia para justificar sus ideas actuales mediante su proyección en el pasado, se han lanzado sobre Obama acusándolo de «falsificar la historia», de «ser un ignorante» y de poco menos que actuar como agente infiltrado del Islam.
En nuestro país la historia se ha utilizado, y se sigue en ello, como un arma política, especialmente por grupos ultranacionalistas; pero también se utiliza nuestro pasado común de la época islámica como un arma arrojadiza, confundiendo a la gente mediante mensajes tan mendaces como interesados.
La cuestión central de este asunto es si en la parte de la Península Ibérica bajo dominio político musulmán en la Edad Media, es decir, en el territorio llamado al-Andalus (Alandalús escriben ahora algunos arabistas) -no confundir con la Andalucía actual-, hubo o no tolerancia y convivencia entre los miembros de las tres grandes religiones monoteístas.
Bien, la cuestión se suele enfocar con tanta visceralidad, desde posiciones muy enfrentadas, que no ha sido posible emprender un debate sosegado y clarificador. La tendencia más conservadora, encabezada por firmas como Jiménez Losantos o Vidal Manzanares, sostienen que al-Andalus fue poco menos que un infierno en donde los musulmanes pasaban los días quemando iglesias, violando a doncellas y crucificando a beatíficos varones cristianos. Y que, en consecuencia, a los pobres cristianos -los judíos quedan un tanto al margen- no les quedó otro remedio que refugiarse en las montañas de Asturias, encomendarse a la Virgen y lanzarse a la «Reconquista» de España. Todo eso es una falsedad absoluta.
Los musulmanes apenas realizaron esfuerzo bélico alguno en la conquista de España; sólo se produjo una batalla en julio del 711 en el sur de la actual provincia de Cádiz, una escaramuza en Écija, y dos asedios en Córdoba y en Mérida. El resto del territorio peninsular bajo dominio visigodo pactó mediante capitulación su sumisión a los nuevos señores musulmanes. Con la llegada de los musulmanes, y entre los siglos VIII y XI, existió un importante grado de convivencia, siempre bajo dominio político musulmán por supuesto, entre judíos, musulmanes y cristianos.
No se quemaron ni iglesias ni sinagogas, incluso se construyeron algunas, judíos y cristianos pudieron practicar libremente su religión y vivir según sus costumbres; y en la Córdoba califal, en el siglo X, o en algunos reinos de taifas en el siglo XI, actuaron como consejeros y visires -ministros de hoy- notabilísimos personajes cristianos y judíos. Sin salir de la ciudad de Córdoba, el obispo cristiano formaba parte del núcleo íntimo de consejeros del califa, y muchos judíos fueron visires de algunas de esas cortes.
Es cierto que a partir de finales del siglo XI las cosas comenzaron a cambiar, y que la llegada a al-Andalus de grupos radicales islamitas, como los almorávides o los almohades, que entendían el Islam mediante la imposición forzosa, provocó una tensión extraordinaria entre las tres religiones. Pero estos musulmanes no eran andalusíes, sino norteafricanos educados en un credo musulmán ortodoxo y radicalizado que acabó con la brillante civilización califal y de sus epígonos taifas.
Claro que a ese viaje hacia el extremismo de la sociedad islámica andalusí contribuyó, y no poco, el avance cristiano, una vez que a mediados del siglo XI los reinos del norte cristiano estuvieron en condiciones de plantar cara al más boyante sur musulmán.
La sociedad andalusí, y la medieval en general, fue bastante más permisiva que lo que durante mucho tiempo se ha presentado. La historia de España no es tan lineal como estos gurús de la falsedad nos presentan, una especie de línea ininterrumpida de sentimiento y hecho nacional «español» desde Argantonio, el semilegendario rey de Tartessos, hasta nuestros días; lo que hoy es España, o buena parte de ella, fue en otro tiempo al-Andalus, un espacio político bajo dominio islámico en el cual la cultura, las artes, las ciencias y la filosofía brillaron como en ningún otro lugar de Europa.
Desde luego no fue ese paraíso perdido que algunos poetas árabes norteafricanos cantan en bellos poemas, pero tampoco una sociedad en la que se persiguiera a los diferentes, al menos en esos primeros siglos de su historia.
En la Córdoba del siglo X se podía ser musulmán, judío o cristiano y ejercer como tal, creer como tal y practicar los ritos de cada creencia con relativa libertad. Y ese espíritu, que se torció a fines del siglo XI, lo ejerció, para pasmo de los «españolistas» recalcitrantes, el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar, el Cid, quien gobernó como señor independiente la taifa de Valencia sobre «cristianos, musulmanes y judíos».
Por cierto, la Inquisición se instauró en España a fines del siglo XV, cuando la Edad Media ya era historia y hacía ya algunas décadas que el pretendido brillante y culto Renacimiento campaba en un territorio donde, ahora sí de verdad, los Reyes Católicos acabaron con cualquier atisbo de convivencia entre culturas expulsando a los judíos y obligando a convertirse a la fuerza a los musulmanes. Al parecer de algunos, eso sí que fue tolerancia. Pero esa es otra historia.

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Comentarios

1

Felicitaciones


Quiero felicitar públicamente al profesor José Luis Corral por este magnífico artículo bien escrito y bien documentado sin dejarse llevar por fanatismos
Comentario realizado por Laura. 6/6/09 19:33h
2

FELICITAR AL SEÑOR CORRAL


Pues asi es señor Corral los musulmanes conquistaron el reino Visigodo con una facilidad pasmosa sin pegar un tiro prácticamente.
Lo de los godos refugiados en Asturias y dispuestos a vengarse es una patraña.
En realidad solo se opusieron a los musulmanes los que anteriormente se habian opuesto a los godos; es decir los Astures-Cántabros-Vascones.
Ni siquiera la galia gótica de fácil defensa y protegida por los Pirineos presentó resistencia seria.
Pero el nacionalismo made in madrid, el nacionalismo de los paracaidistas de la UAM o centralista está dispuesto a todo incluso a la FALSIFICACIÓN con tal de hacernos comulgar con ruedas de molino.
Les dejo un enlace que quizás les resulte interesante.

http://blogs.elcomerciodigital.com/neville/2009/6/3/vuelven-paracaidistas-la-uam
Comentario realizado por Neville. 7/6/09 6:50h
3

La Intolerancia del Al Andalus


Entre los mitos más difundidos por el Islam -y más aceptados por un determinado sector de la izquierda- se halla el de la supuesta tolerancia de Al Andalus. Refutado contundentemente en su día por Sánchez-Albornoz, ha seguido, sin embargo, repitiéndose e incluso ha sido asumido por el presidente Obama en El Cairo. Lo cierto es que la entrada de los musulmanes en España a inicios del s. VIII -entrada propiciada por traidores que pidieron su ayuda para hacerse con el poder- aniquiló la cultura más floreciente de Occidente e implicó la reducción de cristianos y judíos a la condición de dhimmíes, es decir, minorías toleradas a cambio de pagar un tributo y de no predicar su religión so pena de muerte.


En paralelo, el islam se vio desgarrado desde el principio por un racismo exacerbado que colocaba en la cúspide de la pirámide social a las familias árabes -cainitamente enfrentadas entre sí- seguidas por los bereberes, los musulmanes de origen español, los dhimmíes y los esclavos. Con semejante estratificación no puede extrañar que los musulmanes -que nada trajeron a España salvo el cuidado de la paloma, pero lograron hacer pasar por propios los baños y las casas romanas y algunos logros de la cultura griega que habían aniquilado en Asia Menor - nunca llegaran a crear un orden estable.


Durante el emirato independiente, personajes como Al-Hakam I se valieron, según expresión propia, de la espada para coser un territorio desgarrado por la intolerancia islámica. A fin de cuentas, judíos, cristianos e incluso musulmanes de origen español estaban horriblemente oprimidos y se sublevaban de manera periódica. Al respecto, el éxito de la sublevación de Omar Ibn Hafsún, musulmán español que acabó convirtiéndose al cristianismo, deja de manifiesto la pesada carga que significaba el dominio islámico incluso para los correligionarios que no tenían la suerte de pertenecer a la raza de Mahoma.


Con todo, la peor situación fue, desde luego, la de los cristianos o mozárabes.
Comentario realizado por brais. 10/6/09 8:11h
4

Dr. Vidal, supongo


Aun si no soy partidario del mito de las tres culturas en convivencia, desde luego me hallo mucho más cercano a la opinión del Prof. Corral y comparto su descripción a grandes rasgos de la sociedad andalusí. Lo que me lleva aquí a escribir sin embargo es la opinión anterior que firma brais y que encuentro muy identificada con las tristemente célebres obras de César Vidal: Y digo tristemente porque es de lamentar que se les preste tanta atención a unas obras (en concreto, "España frente al Islam") en las que se observa una tan gran carencia de información con respecto a los avances históricos y arqueológicos de los últimos cincuenta años, que han cambiado por completo el panorama de nuestra visión de la historia. Por supuesto, todo este desarrollo se soslaya atribuyéndolo a un complot orquestado por fuerzas izquierdistas (algo parecido a lo que Topolanek ha hecho con las fotos de la fiesta de Berlusconi publicadas en El País).
Lo cierto es que el problema está en que este no es un debate científico, de la misma manera que no lo hay entre creacionistas y evolucionistas, porque la ciencia da una dirección clara para el desarrollo del conocimiento. Este es un debate social, en la que unos sectores sociales, económicos y políticos se identifican con unos valores que pretenden sostener mediante una visión sesgada y "evidente" (teleológica) de la Historia que coloca a la Occidente en la cúspide de la evolución de la misma, y de hecho a sus principales responsables (los europeos y descendientes) como los elegidos para llevarla a término. Son los parámetros del antirrelativismo (=fundamentalismo) moral que exhiben líderes ultraderechistas como Geert en Holanda y aparentemente no tan extremos como Aznar. Para ellos, los problemas de Occidente no son causa del propio sistema, sino que están inducidos por todo lo externo a Occidente (como el Islam). Son adalides de la libertad de expresión mientras se mantenga en los contenidos que ellos consideran oportunos. (sigue)
Comentario realizado por Jose C. Carvajal López. 10/6/09 9:28h
5

Dr. Vidal, supongo (2)


Desgraciadamente para los brais, Vidal, Geert y Aznar, la Historia y la Arqueología se desarrollan y adquieren sentido con la acumuñlación de datos y con la aplicación de las ciencias naturales y humanas a su campo. Las palabras de Sánchez Albornoz, por mucho respeto que merezcan, no son definitivas, lo mismo que lo que se escriba hoy y mañana.
Desgraciadamente para los historiadores y arqueólogos, la idea de que la Historia se crea cada día y en cada individuo no ha calado entre la sociedad, y aquélla se contempla como un libro cerrado y roñoso del que sólo se echa mano para justificar lo que todo el mundo sabe. Es tarea nuestra, y muy importante, no perder el contacto con la sociedad y ponerla en guardia frente a fundamentalismos de cualquier color. No debemos olvidar que la Historia y la Arqueología, como ciencias eminentemente humanas, no buscan tanto el conocimiento de la Verdad como el del Ser Humano (de hoy) a través de su pasado. Esta debe ser nuestra contribución a la sociedad.
Comentario realizado por Jose C. Carvajal López. 10/6/09 9:40h
6

OBAMA


Dudo que Obama sepa mucho de historia.

Aznar se cree el guerrero del antifaz en la película de las Azores y de los hermanos Ozores.
Debió participar en la célebre película el Cid Cabreador.

Por otra parte están los zumbados que se creen toda esa monsergar de la tolerancia y las tres culturas y bla bla bla como el Goytisolo.

No se sabe cual de los dos es mas lamentable y patético.
Comentario realizado por Neville. 10/6/09 11:38h
7

ESPAÑA, SIEMPRE ÓPERA BUFA


Al Goytisolo habría que pedirle que se comprara unas babuchas y un turbante y se fuera a dar la brasa a Sudán o a Somalia. Con un mahdi ya hay bastante.

Y al guerrero del bigote que hizo temblar a Alejando y a Aníbal con su victoria en Perejil War que le hagan una estatua y después que la tiren al rio como las de Franco.
Comentario realizado por Neville. 10/6/09 11:44h
8

opiniones no son hechos y menos historia


''...para pasmo de los «españolistas» recalcitrantes...''
Con esta serie de palabras unidas o entremezcladas que has lanzado, por mi parte has perdido todo el credito en tu ..editorial??
Vivido lo que he vivi en Ceuta el tiempo que residi alli y despues de haber visitado ciertos paises 'multiculturales'' con mezcla religiosa en el pasado siglo y en este siglo xxi, se me hace imposible pensar que por aquellos años, en aquellos siglos, existiera convivencia entre la gente de esas tres reliones y culturas mas que la convivencia forzada por las circuntancias.
Asi que, por esto y otra variedad de motivos mas que no me apetece explicar, por mi parte tienes credito 0 en esta tu editorial.
Comentario realizado por Table 'arqueol_am2.usuarios' doesn't exist