Salinas acogerá un curso de verano de la Universidad sobre arqueología y patrimonio

La nueva fase de las excavaciones en El Peñón de Raíces comenzará mañana

Salinas se incorpora a los Cursos de Verano de la Universidad de Oviedo. Las fechas son del 20 al 24 de julio, en el antiguo instituto, y bajo el título de 'Patrimonio, arqueología, territorio y sociedad feudal'. El curso de extensión universitario tiene como objetivo ofrecer al alumno una panorámica general de los diferentes métodos de trabajo utilizados por arqueólogos e historiadores para aproximarse al conocimiento de las formas sociales medievales. Se desarrollará en horario de mañana y tarde, a razón de tres-cuatro ponencias diarias.
Es un curso de libre acceso, homologable por 4,5 créditos de libre configuración, hay 30 plazas disponibles y las inscripciones (211.1 euros) se pueden realizar a través de internet o en la propia Universidad.
El escenario no se ha elegido al azar. La arqueología y el patrimonio son los pilares de dos grandes proyectos, ambos ya en marcha, llamados a marcar un antes y un después en el sector turístico del concejo, un tanto alicaído: la recuperación del patrimonio industrial y geológico de Arnao, centrado en el castillete y en la mina, y de los restos arqueológicos que atesora el Peñón de Raíces, entre Salinas y Raíces.
Vuelta al trabajo
En este último caso, el equipo de arqueólogos tiene previsto iniciar mañana lunes un nuevo período de excavaciones (el cuarto). Los tres anteriores han servido para constatar la existencia de una fortificación, y los datos obtenidos hasta la fecha (entre ellos, el descubrimiento de parte de los muros y la recuperación de piezas de cerámica) indican que su construcción se remonta al siglo VII, dos antes de lo esperado.
«Esto nos hace plantearnos que antes del reino de Asturias había grupos de poder capaces de levantar una edificación aristocrática», explicaron los dos directores de la excavación, Iván Muñiz y Alejandro García, aunque como ellos mismos indicaron, «hasta que no se retomen las excavaciones no se podrán sacar conclusiones definitivas sobre si el resto de la fortificación es de la misma época o si, en cambio, se edificó sobre una estructura ya existente».
En esta fase, los arqueólogos dispondrán de una nueva arma, el georadar, un aparato basado en la emisión de ondas electromagnéticas al subsuelo. Los datos, una vez estudiados, permitirían identificar la presencia de nuevos restos arqueológicos. El Ayuntamiento también tiene previsto iniciar los trabajos de acondicionamiento necesarios para permitir el uso turístico de la zona, con el objetivo de poder iniciar las visitas este mismo verano.