Pinos Puente pone en valor sus medias lunas

Son pequeños saltos de agua que algunos los datan en fecha de los iberos. Su función es la del regadío

Saltos de agua envueltos con la historia. Pinos Puente cuenta en sus ríos con reductos históricos que no quiere que se pierdan. Son sus famosas medias lunas que quiere poner en valor. Ofrecen una estampa que merece la pena contemplar. Este año un poco más por el agua que llevan además.
Se trata de la media luna del Sombrerico, la de Pinos y la Luna de Búcor. La primera es la más alta en el curso del río Cubillas y la de Pinos está situada al entrar el río Cubillas en Pinos Puente y junto al vivero forestal, la última es la de Búcor, que está situada en el río Velillos y entre Búcor y el Cerro de los Infantes. Por lo tanto dos están situadas en el río de Pinos o Cubillas y otra situada en el río de Búcor o Velillos.
Líquido incoloro y construcción. Así, explican que las tres medias lunas de Pinos Puente conforman un sistema de regadío mediante el cual se bifurcan las aguas de una acequia madre hacia otras acequias menores, formando una red de canalizaciones que se extienden por todo el territorio de la Vega.
Son pequeños saltos de agua, haciendo torna en el cauce, obligando a bifurcar las aguas. Desde el municipio exponen, además, que posiblemente el origen de esta obra hidráulica de gran antigüedad sea íbero o romano. Dos de las medias lunas -la de Pinos y la del Sombrerico- están vinculadas al río Cubillas, mientras la tercera -la de Búcor- recogía las aguas potables que llegaban desde el río Velillos por la acequia de Boca-Mina, atravesando diversas colinas hasta el Cerro de los Infantes, y abasteciendo de esta forma a la ciudad íbero-romana de Ilurco y a la fértil Vega colindante. Este sofisticado dispositivo de irrigación se consolidó y se siguió empleando de manera general en época musulmana.
El sistema ha sido utilizado a lo largo de los siglos para regar las tierras de este municipio. A su valor instrumental se suma el histórico y el arquitectónico. No son un gran monumento, pero sí lugares naturales en los que esa forma de media luna refleja cómo se trabajaba antes y cómo se pensaba en aquellos años. Estas acequias son, además, una muestra de cómo se trabaja en aquellos años.

Obras

Las medias lunas no son los únicos espacios históricos que están en el río. Una de las grandes infraestructuras, la que más, es el puente. Esta obra es más conocida y cuenta con mucha más historia. En la actualidad se están haciendo obras en su en torno para embellecerlo y mantenerlo. El puente está catalogado como puente califal, siglo XI, posiblemente lo mando reconstruir Mohamed, cuando mando reedificar la mezquita de Elvira.
Otros estudios, dicen que más concretos lo ubican en época visigoda, siglo VI. Está compuestos por tres arcos desiguales, mayor el central (9,8 metros de diámetro), su curva es de herradura. El mayor tiene engatilladas sus dovelas; entre ellos surgen pilas con tajamares redondos, contra la corriente y cuadrados por el lado opuesto, y sobre una de ellas existía la torrecilla defensiva que fue arruinada en 1431, y que fue sustituida por una capilla con arco de paso y remate de almenas y capitel, construida en el XVIII.
Este puente tiene muchas historias a su historia. También es conocido como Puente de la Virgen, porque alberga en su capilla a la Virgen de las Angustias, patrona de Pinos Puente.