Comienza la restauración de la muralla medieval de Santa Bárbara

La actuación durará nueve meses e incluye excavaciones arqueológicas

La profunda restauración a la que se va a someter el Castillo de Santa Bárbara durante este año ha dado ya comienzo por la muralla más antigua del monumento, el Albacar d'Enmig. La actuación que se ha iniciado se enmarca dentro del plan de usos y rehabilitación del Castillo, y afecta tanto al lienzo -que data de los siglos XIV al XV- como a cuatro torres: Sant Jordi, Santa Caterina, del Colomer y la de Cerver o de la Matanza.
La empresa adjudicataria de la obra, Doalco, comenzó la obra hace un mes y, según explicó ayer el arquitecto responsable del proyecto, Marius Beviá, ya han instalado andamios y se están desmontando los aseos que se construyeron en la década de los años sesenta dentro de la torre de Santa Caterina, que data del siglo XV. Beviá explica que los servicios se habían instalado precisamente en la parte más bonita de la torre, donde existe un arco, y ahora se va a revalorizar este espacio.
El concejal de Cultura, Miguel Valor, apunta que "resultaba anacrónico que hubiera unos aseos en esa torre tan antigua". También indica que la obra que se ha iniciado "es la primera de las que se van a acometer y la más importante, pues la muralla medieval, que viene a ser la columna vertebral del Castillo, estaba desencajada y se podía venir abajo". Tras esta actuación, apunta el edil, "en breve empezarán las actuaciones en varias salas para crear el museo de la ciudad y luego se empezará el proyecto que se financia con fondos estatales".
La obra que ahora ha comenzado tiene un presupuesto de 365.090 euros, financiados por el Ayuntamiento, y está previsto un plazo de ejecución de nueve meses, apunta Valor. El responsable municipal de Cultura explica que este proyecto se enmarca "dentro del plan de usos que redactó Pablo Rosser y que contó el informe del arquitecto Jaume Giner".

Deterioro por el agua

Marius Beviá explicó ayer que la muralla sobre la que se va a comenzar a actuar está muy deteriorada "porque hace ya tres, cinco o más años que se debería haber intervenido". El problema que presenta más importante "es el efecto del agua, ya que los antiguos tapiales estaban deshechos, había oquedades de importancia y fragmentos de muro caídos".
Además, agrega, había unas jardineras que en su día se instalaron muy inoportunamente sobre el muro ya que, al regarlas, deterioraban la construcción medieval.
En el interior de la torre de Sant Jordi existe una puerta tapiada que conectaba antiguamente la muralla con el Castillo y que ahora se va a reabrir.
La conexión ha desaparecido y ahora esa puerta da acceso a la ladera del monte Benacantil, donde está previsto colocar una reja. Marius Beviá explica que se realizarán excavaciones arqueológicas en este lugar, donde parte de la citada puerta permanece bajo tierra, "y ya veremos qué resultados dan".
El arquitecto responsable del proyecto señala que el Albacar d'Enmig es la muralla más antigua que se conserva con su aspecto original de todo el recinto del Santa Bárbara, pues los paramentos del macho del Castillo se modificaron en el siglo XVIII, mientras que los que ahora se van a restaurar datan de los siglos XIV o XV.