Después de navidad de harán estudios en los terrenos anexos a la Vega Baja (Toledo)

TOLEDO. Toletum Visigodo va a llevar a cabo, después de las fiestas navideñas, una serie de prospecciones y mediciones en las parcelas anexas al yacimiento arqueológico cedidas al Ayuntamiento de Toledo por el Ministerio de Defensa y, que hasta el momento, no habían sido objeto de estudio. Entre ellas, la zona donde está prevista la instalación del futuro Museo, Centro de Interpretación y Centro de Investigación. En total, son doce hectáreas de terreno que serán sometidas a un reconocimiento exhaustivo, mediante métodos geofísicos que permitirán obtener una idea detallada de las características generales de la Vega Baja y determinará si las grandes estructuras y edificios que afloran en el yacimiento continúan en estos terrenos.

Según la información que se obtenga, «se podrá plantear en el futuro una campaña de catas selectivas para el estudio y documentación de zonas puntuales del yacimiento, sin necesidad de excavarlo en su totalidad», informó Toletum Visigodo en una nota de prensa.
Se trata del sistema «más avanzado del mundo en trabajos arqueológicos desarrollado por las empresas International Geophysical Tecnology, de España, y Geocarta, de Francia». El método «no destructivo» con el terreno le da un valor añadido como herramienta para el reconocimiento global, limitando los trabajos de excavación a zonas concretas según los resultados del reconocimiento previo mediante métodos geofísicos.
Últimas tecnologías
En los trabajos que se realizarán en Vega Baja, se emplearán herramientas como el Geo-Radar, la Magnetropía o las diversas variantes de prospección Geo-Eléctrica, técnicas basadas en las medidas de resistividad del terreno. Si en las zonas de estudio continuaran subyaciendo estructuras arquitectónicas como las descubiertas en el yacimiento, construidas con grandes bloques de piedra, el resultado sería semejante al de una gran ecografía en la que quedarían perfectamente «dibujadas» las plantas de los edificios, por ser elementos que ofrecen una gran resistencia y nula permeabilidad a las ondas enviadas desde la superficie.
Estas medidas de resistividad se realizarán en tres niveles de profundidad, medio metro, un metro y dos metros, mediante un sistema denominado ARP, que requiere que el terreno esté mojado y que opera tomando medidas de un modo continuo a través de decenas de electrodos arrastrados por un pequeño vehículo.
Los resultados podrán, casi inmediatamente, identificar restos arqueológicos, como por ejemplo muros u otras grandes estructuras, en caso de que las hubiera. También se tomarán medidas complementarias para la interpretación global de datos geofísicos de los terrenos a través del sistema de medición magnetométrica.
Se pretende, por tanto, «obtener una visión general sobre todo el entorno de la Vega Baja y comprobar si en las parcelas objeto de estudio continúa la extensión de la Ciudad Regia visigoda como ocurre en los terrenos del propio yacimiento».